El Vaticano concluye las ‘Novendiales’ y se prepara para el cónclave papal
El Vaticano celebró este domingo la novena y última misa de las ‘Novendiales’, el periodo de nueve días de luto en memoria del difunto papa Francisco, marcando la antesala del cónclave en el que los cardenales elegirán a su sucesor.
Durante estos días de recogimiento, la basílica de San Pedro ha acogido diariamente misas en sufragio del pontífice argentino, fallecido el pasado 21 de abril.
La ceremonia de esta tarde fue oficiada por el cardenal francés Dominique Mamberti, quien en su homilía resaltó la dedicación de Francisco «hasta el extremo de sus fuerzas» en sus últimos días.
Mamberti recordó especialmente la bendición ‘Urbi et Orbi’ impartida en el Domingo de Resurrección y su recorrido por la plaza de San Pedro tan solo un día antes de su muerte.
«Yo estaba a su lado el día de Pascua, testigo de su sufrimiento pero, sobre todo, de su valentía y su determinación para servir al pueblo de Dios hasta el final», expresó el cardenal.
La atención se centra ahora en el cónclave, cuyo inicio está fijado para el próximo miércoles 7 de mayo. A las 10:00 hora local (8:00 GMT) se oficiará la misa ‘Pro Eligendo Pontifice’, invocando la guía del Espíritu Santo para la elección del nuevo Papa.
Por la tarde, a las 16:30 horas (14:30 GMT), los cardenales electores se dirigirán en procesión a la Capilla Sixtina, donde quedarán recluidos para llevar a cabo la primera votación.
El resultado de cada votación se comunicará al mundo a través del humo que emane de la chimenea instalada en el techo de la Sixtina.
El humo blanco indicará la elección del nuevo Sumo Pontífice, mientras que el humo negro señalará que aún no se ha alcanzado un acuerdo.
En preparación para este trascendental evento, el Vaticano ha dispuesto estrictas medidas de seguridad para garantizar el máximo secreto durante el cónclave.
Técnicos de la Santa Sede han desactivado cámaras y sensores en la Capilla Sixtina, y se han reforzado los accesos a los edificios vaticanos que albergarán a los cardenales electores y sus colaboradores.
La Iglesia Católica y el mundo aguardan con expectación el desenlace de este proceso que definirá el futuro del papado.