La industria pesquera argentina se encuentra en una situación crítica debido a una combinación de factores que han llevado a una fuerte pérdida de competitividad.
Las cámaras empresarias del sector han alertado sobre la grave crisis que afecta especialmente a la flota fresquera, frigoríficos y plantas industriales de tierra.
Entre los factores que han contribuido a esta crisis se encuentran el incremento de costos en dólares, la caída de los precios internacionales, la devaluación del real y la apreciación de la moneda argentina.
Además, se suman la competencia desleal de las flotas que operan en la milla 201 y la excesiva regulación en las medidas de manejo de las pesquerías.
Las cámaras empresarias han calificado la situación como «imperativo» y han solicitado trabajar de manera conjunta y consensuada para encontrar soluciones que permitan garantizar la continuidad del sector.
Han propuesto una agenda de diálogo que incluya la reducción de costos operativos, desregulación y simplificación de trámites.
Es importante destacar que la crisis de la pesca es integral y afecta a todos los segmentos del sector, aunque de manera diferente.
Las empresas que operan sobre merluza, variado costero y demersales son las más afectadas y consideran que la situación es insostenible.
El objetivo principal de la industria es devolver competitividad genuina al sector, y para lograrlo es fundamental trabajar en conjunto con las autoridades y todos los actores de la cadena productiva industrial.