viernes, abril 26, 2024

Ecología

ECOLOGÍA: El plástico mata silenciosamente

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La contaminación por plásticos es una de las peores lacras del mundo. Llevamos más de 100 años fabricando un producto que se podría reciclar fácilmente, pero que en vez de ello poluciona el ambiente y asesina silenciosamente.

¿Qué son los plásticos?

El plástico mata silenciosamente

El plástico mata silenciosamente. Fue en 1907 cuando comenzó a fabricarse plástico sintético. Antes solo se conocía una forma de origen biológico. Se hacía empleando la savia de los árboles de la goma para obtener un material similar al caucho. El término deriva de la palabra griega «plastiko», cuyo significado es “moldeable”.

A día de hoy los plásticos se componen de muchos monómeros o hidrocarburos (Hidrógeno + Carbono). Estos son extraídos del petróleo en forma de etilenos y propilenos. Que a su vez se obtienen por craqueo. Luego se unen para formar cadenas de polímeros que se denominan resinas. El etileno se transforma en polietileno y el propileno lo hace en polipropileno.

Según cómo se reordenan los monómeros se obtienen diferentes tipos de polímeros o de plásticos. Durante el proceso de fabricación se adicionan colorantes, retardantes de combustión y otros químicos. Y al producto final se lo corta en perlas o gránulos. Ésta es la materia prima con la que luego se fabrican miles de objetos.

La omnipresencia del plástico

La contaminación por plásticos es una de las peores lacras del mundo. Llevamos más de 100 años fabricando un producto que se podría reciclar fácilmente, pero que en vez de ello poluciona el ambiente y asesina silenciosamente.

La amenaza de los plásticos afecta a casi todos los ámbitos del planeta. Los estragos que causa son más visibles en los océanos. Allí provoca la muerte de su fauna y flora mientras los plásticos campan a sus anchas entre las aguas. Pero su presencia y polución también se hace notar en los suelos y hasta en el aire. Y ya han entrado en la cadena alimenticia, convirtiéndose en un factor de riesgo para salud de los seres humanos

Para nosotros el plástico es omnipresente. Lo encontramos en la comida, la bebida, en los objetos de uso cotidiano. Y los médicos han comprobado que está en nuestro torrente sanguíneo y en el aire que respiramos. La mala noticia es que no se espera que la producción de plásticos disminuya, sino todo lo contrario. Será aún mayor, porque habrá de satisfacer la demanda de una población siempre creciente. El plástico mata silenciosamente.

La presencia de plásticos está ligada de forma indisoluble a otros problemas que afectan al planeta. Destaca el calentamiento global por la excesiva emisión de gases de efecto invernadero. Pero también tiene que ver con la contaminación industrial y la dependencia del petróleo. Aunque según los expertos éste se agotará en poco más de seis décadas.

¿Qué podemos hacer?

La naturaleza es incapaz de generar desechos. Los únicos que lo hacemos somos los seres humanos. Por ello, el problema de deshacernos de los plásticos nos corresponde a nosotros. Y no será fácil encontrar soluciones eficaces. Básicamente porque ya hay toneladas de plásticos a las que no podemos acceder. Y esos persistirán por muchos siglos.

Lo que sí podemos hacer es disminuir paulatinamente el consumo de plásticos. Debemos entender que, además de ser sumamente dañinos, su producción genera enormes cantidades de CO2 y otros desechos tóxicos. En las manos de los consumidores está la posibilidad de presionar a los fabricantes. Los usuarios son quienes tienen el poder de obligarlos a buscar opciones más sostenibles.

Es necesario rediseñar TODO el sistema de consumo. Para que la moda, la electrónica, la industria alimentaria, el ocio y un largo etc. abandonen el empleo de los plásticos. Lo ideal sería que optasen por el empleo de materiales amigables con el medio ambiente. Mientras tanto, seguirá siendo fundamental reciclar y reutilizar cada miligramo de plástico que adquirimos y empleamos. Porque el mundo necesita reciclar más plástico. El plástico mata silenciosamente