viernes, abril 26, 2024

Internacionales

RUSIA: Putin congela a la ONU, tras reunión con Guterres

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La impotencia de la ONU volvió a la escena, esta vez en el Kremlin, donde el Secretario General del organismo internacional, Antonio Guterres, fracasó en el resultado del diálogo con el presidente ruso, Vladimir Putin, para poner fin a la guerra en Ucrania.

Sin embargo, el espectáculo de la rueda de prensa conjunta del secretario general de la ONU y el canciller ruso, Serghei Lavrov al margen de la reunión con Putin, pareció más una charla entre sordos de manual, que dejó claro con pruebas plásticas que los espacios de diálogo son inexistentes.

El líder del Kremlin no se movió ni un centímetro de su posición. «Sin un acuerdo sobre Crimea y el Donbas no es posible firmar garantías de seguridad sobre Ucrania», dijo a Guterres, dejando de lado esas conversaciones en línea «que continúan».

También sobre la masacre de Bucha, Putin se mantuvo en la versión estándar que sostiene la «puesta en escena» y el hecho de que «el ejército ruso no tiene nada que ver con lo que pasó».

Misma perspectiva sobre los hechos en la acería de Mariupol: «las fuerzas de Kiev no liberan a los civiles en Azovstal, se comportan como terroristas», afirmó.

Poco sustancial fue también la llamada telefónica entre el inquilino del Kremlin y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, presionando para reiniciar las negociaciones entre Rusia y Ucrania al más alto nivel, con la invitación a Putin para reunirse en Turquía con el mandatario ucraniano, Volodimir Zelensky.

La realidad de la posición rusa fue resumida en pocas palabras por Lavrov: «Es poco probable que las conversaciones con Ucrania obtengan resultados si Kiev sigue adelante con su política actual», pero Moscú, sin embargo, está «dispuesto a colaborar con la ONU para ayudar a los civiles».

Guterres, que llegó a Rusia fuera de tiempo como «mensajero de paz» y esperado en Kiev el jueves, tuvo que contentarse con presentar su propuesta de «un grupo de contacto humanitario con Rusia y Ucrania para que los corredores humanitarios sean efectivos y respetados», de declarar la necesidad de «crear las condiciones para un cese del fuego en Ucrania lo antes posible» y de señalar que las posiciones de Naciones Unidas y Rusia son diferentes.

Por un lado, «la operación militar especial», por el otro, «la invasión rusa de Ucrania», que es «una violación de la integridad territorial».

A poner una lápida al modesto intento de Guterres también fue pensado, indirectamente, por el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, quien en una audiencia en el Senado dijo que aún no había visto ninguna señal de que Putin hable «en serio» sobre las negociaciones significativas con Ucrania.

No le fue mucho mejor a Erdogan que insiste, quizás con alguna chance, en acreditarse como director, si no es para la paz, al menos para pasos sustanciales.

«Turquía seguirá haciendo todo lo posible para detener el curso actual de los acontecimientos que perjudican a todos y garantizar la paz», sostiene en un comunicado de la Presidencia de la República Turca en el que se reconoce que Erdogan «reiteró su propuesta de elevar el proceso de Estambul a la categoría de nivel de liderazgo».

Modesto, al menos para el destino de la guerra, el acuerdo sobre la continuación del corredor humanitario marítimo que permite a Ankara sacar con seguridad sus barcos de los puertos del Mar Negro. Y mientras continúa el juego de las partes, en Ucrania se siguen muriendo. (ANSA).