sábado, noviembre 02, 2024

Opinión

CASINO: ¡No lo dejemos ir, por favor!

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Por ACT Necochea

Un más que interesante patrimonio arquitectónico y de diseño estamos a punto de perder en Necochea, el complejo del Casino de Necochea.

El 12 de octubre de 1968, se colocó la piedra fundamental del complejo Casino de Necochea en un sector denominado “La olla”, junto al Parque Miguel Lillo.

Pasaron un poco más de cuatro años, cuando en febrero de 1973, y solo con una parte de la obra terminada, la sala de juegos, la confitería y los locales comerciales, el presidente de facto teniente general Alejandro Agustín Lanusse impulsa la inauguración del complejo.

Así, el 9 de febrero de 1973 Necochea asistió a la inauguración de la primera etapa de una obra sin precedentes por su magnitud. Frente al mar, entre 89 y 93, enmarcado por el entorno del imponente escenario natural que brinda el Parque Miguel Lillo.

Asistieron en la oportunidad el ministro de Bienestar Social de la Nación Dr. Oscar Puiggrós y otras autoridades entre ellas: ministro de economía de la Provincia de Buenos Aires Lic. Silvio Becher, el Presidente de Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos Sr. Aldo Aurelio Palmieri.

Entre las elocuentes referencias a tan importante hecho, tuvo la palabra el intendente municipal de nuestro Distrito, Don Alberto V. Percario.

En una cálida noche de verano, cuenta la historia, fue el “Negro 22” la primera bola lanzada oficialmente en las mesas de ruleta de la sala de juego.

El proyecto fue obra del arquitecto Roberto Quiróz y la construcción estuvo a cargo del Estado Nacional a través de la Dirección de arquitectura, dependiente del Ministerio de Obras Públicas y la ejecución de la obra fue responsabilidad de la empresa Seminara S.A.

Para poder plantar los cimientos, la obra debió remover un médano de 12 metros de altura y trasladar 90.000 metros cúbicos de arena.

Con una superficie proyectada para el total del edificio de 22.000 metros cubiertos. Las salas de juego abarcarían una superficie cubierta de 2.000 metros cuadrados, con capacidad para albergar a más de 8.000 personas, 50 mesas de ruleta y 20 de punto y banca.

Las características futuristas, la araña luminosa del hall acceso a la sala de juegos con miles de lámparas, el seguimiento de los jugadores a través de un circuito cerrado de televisión, las columnas revestidas con mármol de Carrara y Verde Alpe,  espejos, alfombras fueron detalles y tecnología vanguardista que deslumbraron al público. En la galería comercial sorprendió con techos decorativos de modernas líneas con iluminación acorde, pisos de porcelana y paredes revestidas.

Además, la sala de entretenimientos contaba con canchas de bowling, donde se ubicaban, también, mesas de billar. Esa misma noche se inauguró la pista de patinaje especialmente preparada para la realización de partidos de hockey sobre patines.

La segunda etapa que tuvo como principal concreción el salón auditórium inaugurado el 4 de enero de 1975 con la puesta en escena de “Estos chicos de ahora” de la compañía encabezada por Ricardo Lavié, Noemí Laserre acompañados por Mariana Karr y Raúl Taibo.

Formaron parte de la ampliación del complejo, una boite que contaba con un cielorraso de superficie cilíndrica, pileta de natación con iluminación subacuática, trampolines y tobogán, toda una revelación para los necochenses.

Además, se realizó una playa de estacionamiento con capacidad para casi un millar de automóviles y se completó el conjunto con obras de jardinería exterior.

Para comprender la convocatoria turística de la ciudad en aquella época, basta decir que esa misma noche se presentaban en la ciudad dos grandes espectáculos musicales: en Rimini el joven cantante Sergio Denis y en Fortacho`s, Juan “Corazón” Ramón.

Sus formas, texturas, geometría, el futurista concepto de diseño, sus elementos constructivos que se destacaba de los cánones constructivos de esos días hicieron de este complejo un verdadero icono de Identidad de nuestra ciudad.

Sin dudas el dialogo que el complejo Casino entabló con la ciudad a partir de su innovadora arquitectura, transformándose en un símbolo del crecimiento turístico de Necochea, le dio a nuestro distrito una particularidad única e irrepetible, que está destinada a trascender todas las fronteras pensadas, por tanto todo aquel que se precie Necochense tiene la obligatoriedad de defender al complejo Casino, que no es más que defender nuestra historia, nuestra cultura, nuestra identidad, es decir nuestro Patrimonio Histórico y Cultural.