sábado, noviembre 23, 2024

Internacionales

La ira antidemocrática se expande por Europa

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Cuando la Comisión Europea propuso a Markus Pieper, eurodiputado alemán y miembro del partido cristianodemócrata, para un nuevo puesto como enviado especial para las pequeñas y medianas empresas, se desataron protestas.

¿La razón? Markus Pieper obtuvo peor puntuación que otros candidatos que querían el puesto, con un salario de casi 19.000 euros al mes. La contratación suscitó acusaciones de amiguismo, ya que Pieper pertenece al mismo partido político que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

Cuatro de los comisarios protestaron por escrito y el Parlamento Europeo, en una votación aplastante, pidió a Von der Leyen que rescindiera la contratación. Esta semana, en lo que debería haber sido su primer día de trabajo, Pieper dimitió tras acusar al comisario Thierry Breton de boicotear su nombramiento por razones políticas.

«Las cosas se verían de otro modo tras las elecciones europeas con las nuevas mayorías», dijo Pieper en una publicación en X.

Cuando Jack Schickler de ‘Euronews’ pidió un comentario de la Comisión esta semana, el portavoz no estaba de buen humor y rechazó contestar a sus preguntas.

¿Hay que silenciar a la extrema derecha?

A veces Bruselas puede ser dura contigo. Lo han vivido también los participantes de un evento de la extrema derecha en Bruselas esta semana. Con oradores como Viktor Orbán y el señor Brexit, Nigel Farage, los organizadores lo tuvieron difícil para encontrar un lugar en Bruselas dispuesto a acogerlos.

Cuando finalmente encontraron uno, la Policía intentó clausurarlo, siguiendo una orden del alcalde local. Pero luego el Tribunal Superior de la capital belga permitió la celebración del evento. Los participantes consideraron que se trataba de un golpe político.

«Lo que ha ocurrido aquí está ahora en el escenario mediático mundial. Podemos ver que las opiniones legalmente sostenidas de personas que van a ganar las elecciones nacionales ya no son aceptables aquí en Bruselas, el hogar del globalismo», afirmó Nigel Farage.

Un juego de poder

Lo que tiene en común el caso de Pieper y el intento de silenciar a la extrema derecha es que partes de la población los ven como un juego de poder por parte de la clase dirigente.

Señalan el posible nepotismo y la violación de la libertad de expresión como prueba de que el actual sistema democrático está podrido. Los investigadores han descubierto recientemente que hay un número creciente de ciudadanos y democracias de todo el mundo que están hartos de la democracia, especialmente de las elecciones, y quieren otra cosa.

Según una nueva encuesta de IDEA Internacional, los votantes de todo el mundo están mostrando un escepticismo generalizado sobre si sus elecciones son libres y justas.

«La raíz del problema está, sobre todo, en la polarización. Con los niveles de polarización por las nubes, es probable que mucha gente desconfíe del sistema electoral si su partido no sale ganando», afirma a ‘Euronews’ el secretario general de IDEA Internacional, Kevin Casas-Zamora.

«Pienso también que el impacto de lo que pasó en Estados Unidos en 2020 con Trump, quien socavó la credibilidad de las elecciones, ha tenido ramificaciones globales», añade.

Los ciudadanos quieren un gobierno eficaz

«Hay una fuerte demanda de lo que yo llamaría una «eficracia». Es decir, la noción de que lo que necesitamos es un gobierno eficaz, independientemente de si es democrático o no. De 19 países, en ocho de ellos encontramos más opiniones favorables que opiniones desfavorables hacia ese tipo de liderazgo», apunta Casas-Zamora y añade que es «un importante motivo de preocupación».

Según el secretario general, es «crucial» reducir los niveles de polarización. «Hay que intentar encontrar puntos en comúncon sus adversarios políticos para forjar acuerdos de base amplia para mejorar la calidad de los servicios públicos», afirma.

«La mayoría de las personas forma su percepción de la democracia en su relación con la Policía local, en la relación con el maestro local de la escuela local, en la relación con el juez local. Ésa es su experiencia con las instituciones yde ahí procede gran parte de su percepción de la democracia», asegura.

Puñetazos en el Parlamento de Georgia

Un país que está luchando por alcanzar el pleno estándar democrático es Georgia, dividida entre un Gobierno, a veces amigo del Kremlin, y una oposición proeuropea. Desde hace meses, a pesar de las grandes protestas, el Gobierno está intentando aprobar una controvertida ley de agentes extranjeros.

Cuando se debatió en el Parlamento esta semana, Mamuka Mdinaradze, líder de la coalición gobernante, ‘El Sueño Georgiano’, recibió un puñetazo de un miembro de la oposición mientras presentaba el proyecto de ley ante la Asamblea.

Según el secretario general, es «crucial» reducir los niveles de polarización. «Hay que intentar encontrar puntos en comúncon sus adversarios políticos para forjar acuerdos de base amplia para mejorar la calidad de los servicios públicos», afirma.

«La mayoría de las personas forma su percepción de la democracia en su relación con la Policía local, en la relación con el maestro local de la escuela local, en la relación con el juez local. Ésa es su experiencia con las instituciones yde ahí procede gran parte de su percepción de la democracia», asegura.

Puñetazos en el Parlamento de Georgia
Un país que está luchando por alcanzar el pleno estándar democrático es Georgia, dividida entre un Gobierno, a veces amigo del Kremlin, y una oposición proeuropea. Desde hace meses, a pesar de las grandes protestas, el Gobierno está intentando aprobar una controvertida ley de agentes extranjeros.

Cuando se debatió en el Parlamento esta semana, Mamuka Mdinaradze, líder de la coalición gobernante, ‘El Sueño Georgiano’, recibió un puñetazo de un miembro de la oposición mientras presentaba el proyecto de ley ante la Asamblea.

Euronews