domingo, noviembre 24, 2024

Ecología

Cambio climático: ¿qué futuro nos espera?

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El cambio climático está siendo sumamente pernicioso para el planeta en muchos aspectos, pero dado que, aparentemente no avanzamos en su mitigación, sus consecuencias para la salud humana podrían ser realmente catastróficas.

Un panorama desolador

Los cambios paulatinos y graduales que afectan al planeta, pero que ocurren de manera natural en el transcurso de varios milenios, dan tiempo suficiente a que los seres vivos evolucionen, se adapten y logren aclimatarse; pero el Cambio Climático actual está siendo rápido, radical y abrupto.

Por esta razón, las consecuencias del mismo serán drásticas y extremas, ya que en poco menos de dos siglos la temperatura terrestre se ha incrementado de forma brusca, por lo que, en vez de alcanzarse un punto de equilibrio, nos encontraremos ante un sistema caótico que provocará que muchas especies desparezcan y de las que resten solo sobrevivan las que consigan adaptarse con rapidez.

Cambio climático y salud

La predicción científica es que, en menos de un siglo la Tierra ya no será el lugar acogedor y ‘casi’ equilibrado que conocemos. Se prevé que la salud humana se vea afectada de diferente manera, ya que, aunque las muertes relacionadas con el frío es factible que disminuyan, crecerán las ocasionadas por exceso de calor.

Las zoonosis podrían multiplicarse a medida que desaparezcan los hábitats naturales y los animales se vean forzados a vivir cada vez más cerca del ser humano. Todas las enfermedades que pueden relacionarse directa o indirectamente con los cambios de clima se verán acrecentadas y multiplicadas y su incidencia poblacional aumentará.

La salud mental de las personas también se verá comprometida, dado que deberán enfrentar un cambio total de vida, con la incertidumbre de la multiplicación de fenómenos climáticos extremos, que podrían destruir sus hogares y sus medios de vida y hasta acabar con la vida de seres queridos, trastocando de forma irremediable su existencia y a veces, obligándoles a integrar las filas de los emigrantes climáticos.

Los rendimientos de los cultivos se reducirán de manera drástica a causa de la sequía, la calidad del aire, de los suelos y del agua seguirá degradándose y las condiciones de vida de las poblaciones más vulnerables empeorarán gradual pero continuadamente, en especial en las zonas más áridas y en las costas inundables.

Los ecosistemas acuáticos y terrestres continuarán siendo castigados por el cambio climático y la competencia por el alimento y por el agua se volverá cada vez más feroz, por lo que poblaciones enteras podrían desaparecer a causa del hambre y la sed. Y si no cambiamos nuestra forma de vivir y consumir, los próximos en extinguirnos podríamos ser nosotros.