viernes, mayo 03, 2024

Ecología

Cambio climático: el ‘sentido común’ ya no existe

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Ante la dura realidad de las olas de calor, los incendios y las inundaciones, ya no queda tiempo para ponernos filosóficos y buscar a quien achacarle las culpas de los que pasa. Hay que revivir al sentido común y ponerse a buscar soluciones ya.

Cambio climático: el ‘sentido común’ ya no existe. Hace ya muchos años que los científicos advierten de que vendrían olas de calor sin precedentes. Que serían realmente muy graves. Y que eso agravaría los incendios forestales, que a su vez harían lo propio con el calentamiento global. Esto podría transformarse, decían, en un bucle ardiente que afectaría a los más vulnerables. Ya no es una advertencia, el calor ha llegado y se piensa quedar. 

En los últimos días, en el norte de Italia han sufrido graves inundaciones que han provocado cuantiosos daños y varias víctimas mortales. De hecho, las lluvias torrenciales y las riadas vienen siendo moneda corriente desde hace ya unos cuantos años en Europa, aunque los medios nos “venden” que justo estos son episodios “sin precedentes”, porque lo morboso cuela mejor.

Quienes realmente exigen veracidad informativa deberían dejar de ‘tragar’ estas medias verdades y acabar con esa búsqueda tenaz de un ‘culpable’ a quien achacarle estos problemas. Necesitamos que cada ciudadano del mundo se pare a pensar, de qué manera han contribuido personalmente para que estas situaciones no solo se repitan, sino que vayan a más.

¿Es necesario que “los expertos” digan que las acciones del ser humano y la aceleración del cambio climático (producto de estas mismas acciones) son las principales causas de estos eventos y de los que vendrán, que serán cada vez peores? ¿Es que ya no somos capaces de aplicar el más común de los sentidos y el menos empleado, el sentido común, para mirar a nuestro alrededor y que se nos caiga la cara de vergüenza?

¡Qué hemos hecho!

Parece mentira que aún ignoremos la interrelación que existe entre cada uno de nosotros y el resto del mundo. Mucho hablar del “efecto mariposa” en plan guay, pero a la hora de la verdad, es decir, cuando hay que hacerse cargo de los desastres que hacemos o a los que contribuimos diariamente, lo más fácil es echarse las manos a la cabeza. Decir ¡Qué horrible! Y de inmediato buscar a quien echarle la culpa del estropicio.

Y eso sucede aquí, en el resto de Europa y en el último rincón del mundo. Sucede allá donde los seres humanos han saboteado a la naturaleza. Y han impuesto sus normas de vida, subyugando, maltratando y destruyendo al entorno y a los seres “inferiores”.

Todo ello con el único fin de que su calidad de vida, su concepto del confort y su existencia colmada de caprichos sea la que se imponga sobre la de los demás. Incluyendo a muchos otros humanos que carecen de dinero, poder y/o derechos. Cambio climático: el ‘sentido común’ ya no existe.

No podemos dominar a la Naturaleza

La estructura geológica del mundo tiene unas directivas determinadas, que el ser humano viene queriendo desviar, acotar y detener desde siempre. Canaliza ríos, deseca humedales y pantanos, limita océanos y mares. Y en los terrenos que ‘roba’, almacena, urbaniza, planta, cría ganado, industrializa, etc.  

A ello hay que sumarle la enorme cantidad de gases de efecto invernadero que ya se han generado (en los últimos 200 años). Y los que se siguen soltando a la atmósfera, culpables de agravar el cambio climático y el calentamiento global.

Estos eventos de origen antropogénico, a su vez, implican un aumento en la frecuencia y gravedad de los fenómenos climáticos. Y como la acumulación de basuras y detritus, no ayudan a que las corrientes fluyan con libertad, el desastre ecológico, económico y social está servido. Cambio climático: el ‘sentido común’ no existen o existe.

Y la cereza de la tarta la pone el ser humano, que quiere vivir en las orillas de los mares, océanos y ríos. Pero como el sentido común ha muerto, no se da cuenta de que si se desvía una corriente y/o se roba un terreno, cuando las precipitaciones sean muy fuertes, la naturaleza se rebelará. Por lo que las corrientes fluirán por sus cauces naturales, arrasando con Todo cuanto le hayan puesto por delante. Y la culpa de lo que pase será únicamente suya, por egoísta y poco previsor.

No es nada nuevo

Y mucho menos con los métodos y con elementos mecánicos y digitales de protección que hay aquí. Pero como solo se las veía por Televisión, parece que esto no iba con los países superindustrializados (es decir, con los mayores culpables de que esto suceda), sino que solo acontecía allá donde hay monzones y huracanes.

Y esto viene pasando hace ya muchos años. De hecho, en los países más pobres y vulnerables estos eventos son más destructivos aún si cabe. Ya que allí no cuentan con infraestructuras sólidas y/o con los sistemas de actuación inmediata.

De expertos y sentido común

Lo que dicen los expertos coincide exactamente con lo que indicaría el sentido común, al que, ante los hechos consumados, hay que dar por muerto y enterrado. Si seguimos envenenando las aguas, el aire y los suelos, generando gases que agravan el cambio climático y construyendo en sitios por donde la naturaleza hacía fluir corrientes, no puede extrañarnos que las consecuencias de los eventos climáticos sean cada vez peores.

Cada plástico no reciclado, cada bocado de comida desperdiciada, cada minuto de aire acondicionado encendido de más, cada litro de combustible fósil quemado sin ser necesario, cada prenda de moda efímera que compramos y un sinfín de acciones similares a estas, son las causas de lo que está sucediendo.

No busquemos en otro lado a los culpables de este desatino. Mirémonos en un espejo y asumamos que no solo hemos asesinado al sentido común. Si no que vamos derecho hacia la autoextinción. Cambio climático: el ‘sentido común’ ya no existe.

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