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Las mejoras en el nivel de vida del ser humano han ido en detrimento de la salud del medio ambiente y las consecuencias de sus inventos y adelantos han tenido efectos tan desastrosos como conocidos, muchos de los cuales resultan casi imposibles de revertir como el cambio climático o el calentamiento global.

Hidrocarburos

El balance químico de las aguas, del aire y de los suelos se ve afectado por la acumulación de cantidades diarias de agentes derivados del petróleo (aceites, combustibles, diésel, etc.), que son producto de fugas en los oleoductos por mal mantenimiento, pérdidas de los motores de maquinaria y vehículos y las fisuras de cañerías, por nombrar algunas fuentes.

A ello se le deben sumar las gravísimas consecuencias que tiene los grandes derrames de crudo, tanto en los mares, ríos y océanos que suelen ser muy mediáticos, aunque la realidad es que, también los hay cada día en los alrededores de los sitios de extracción, en los depósitos y/o en las plantas de procesamiento del petróleo.

Desechos químicos industriales

La enorme mayoría de los procesos por los cuales se obtienen materias primas o se les manufactura tiene como subproductos una cantidad de elementos, que durante décadas (y en algunos sitios, hasta hoy) fueron desechados directamente a las corrientes de agua más cercanas. Esto provocó un desequilibrio químico en aguas y suelos circundantes, con graves consecuencias para las poblaciones y los ecosistemas locales.

Gases Tóxicos. Monóxido de carbono o CO

Este gas incoloro concentrado es altamente tóxico, de igual forma que lo es cuando se sufren exposiciones prolongadas al mismo. Las principales fuentes de producción de CO es la quema de combustibles de origen fósil, para el transporte (coches, barcos, aviones, buses, etc.), la industria y la calefacción.

Óxidos de Nitrógeno o NOx

Tanto el óxido nítrico (NO), como el dióxido de nitrógeno (NO2) son gases que se producen como consecuencia de las actividades humanas, por la oxidación del Nitrógeno. Las fuentes de NOx son: el transporte, la quema de combustibles de origen fósil para generar energía y los incendios forestales.

Dióxido de azufre o SO2

Este gas es producto casi exclusivo de la combustión de los derivados del petróleo. Sus altas concentraciones en el aire, agravan las afecciones respiratorias preexistentes y provoca la aparición de otras, en personas sanas. Es uno de los componentes principales de la llamada lluvia ácida, uno de los peores degradantes de los ecosistemas y enemigo acérrimo de la biota.

Radioactividad

Las centrales nucleares que se emplean para la producción de energía eléctrica tienen varias desventajas e inconvenientes, uno de los principales es que los desechos que producen son radiactivos y altamente tóxicos. Si bien se suelen colocar en dispositivos especiales de plomo, hay casos en los que, por negligencia y/o codicia no se toman las medidas adecuadas o son estas son de mala calidad, por lo que se sufren pérdidas o averías, esparciendo radiactividad por doquier.

Otros desechos

Tanto la industria ganadera como la agrícola emplean elementos muy dañinos para el medio ambiente, ya sea en forma de pesticidas o abonos químicos, como en exceso de hormonas y medicación suministrados al ganado.

Los plásticos, los restos de la construcción y de otras industrias, los medicamentos, las latas, las baterías o los tetrabriks que no son biodegradables tardarán mucho tiempo en descomponerse (a veces siglos) y pueden ser tóxicos para el medio ambiente.

Los desechos de estos productos y de los que se tiran en los hogares (jabones, limpiadores, detergentes, etc.) contaminan los suelos, polucionan las capas freáticas y el agua subterránea y por escorrentía llegan a ríos o arroyos y de allí a los océanos, sembrando polución y muerte por el camino.