Al menos dos enfrentamientos con armas de alto calibre se registraron ayer en Río de Janeiro, causando la muerte de al menos cuatro personas, en otro día de guerra urbana a pesar del despliegue militar ordenado por el presidente brasileño, Michel Temer.
Cuatro personas perdieron la vida en una favela del barrio Santa Cruz, en la zona oeste de Río de Janeiro, dominada por las «milicias» integradas por policías en actividad y retirados.
La Policía Militarizada reportó la muerte de Jackson Felipe de Oliveira, de 23 años, Matheus Moreira de Almeida, de 20, Anderson de Jesús Freire, de 21, y Bruno Urbano de Andrade, de 26.
Luego del tiroteo fueron enviados vehículos blindados, los «caveiroes», a patrullar la avenida Cesáreo de Mello, una de las más importantes de Santa Cruz.
La hegemonía de las «milicias» en Santa Cruz y otras barriadas del oeste carioca es un dato que preocupa al general Walter Souza Braga Netto, el interventor militar de Río de Janeiro designado por el presidente Temer.
Hace tres semanas el general Souza Braga Netto ordenó un operativo en el que fueron arrestados 159 presuntos «milicianos» en la zona oeste.
La intervención de las Fuerzas Armadas en el combate contra «milicianos» y narcotraficantes no ha rendido los resultados esperados por el gobierno y la población, que en un 80% apoyó la iniciativa del mandatario.
Entre el 16 de febrero pasado, cuando se inició la gestión del general Souza Braga Netto, y el 16 de abril, hubo 70 operativos en el que fueron movilizados 70 mil efectivos.
Durante esas fechas se registraron 1.502 tiroteos en Rio de Janeiro. Un crecimiento de 15,6% con relación al mismo período del año anterior, cuando hubo 1.299. Según un informe presentado por el Observatorio de la Intervención, proyecto coordinado por el Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía (CESEC) de la Universidad Cándido Mendes y publicado por el portal Brasil de Fato, los casos de masacre se duplicaron.
Desde la intervención militar fueron 12 las masacres, en las cuales murieron 52 personas, contra 6 en el mismo período del año anterior, en las cuales hubo 22 víctimas.
Con relación a los homicidios, según la misma fuente, Rio de Janeiro registró 940 casos entre febrero y marzo de 2018, un aumento de 3,4% en comparación a los dos meses anteriores a la intervención. Sin embargo, hubo una reducción de 6,2% con relación al mismo período de 2017, cuando fueron registrados 999 homicidios.
Pero pese al gran desplazamiento de tropas y el alto costo que éste representó para el presupuesto del Estado, el número de choques armados creció, así como las matanzas perpetradas por presuntos «milicianos».
Por otra parte, se registró un fuerte choque armado, con fusiles y ametralladoras, en la favela Rocinha, donde desde hace meses hay una disputa de dos facciones de narcotraficantes.
Rocinha es la favela más famosa de Brasil y está ubicada en el sur de Río, bastante próxima a barrios de clase media alta.
Debido al tiroteo hubo vecinos de Rocinha que permanecieron en sus domicilios y no fueron a trabajar, y comerciantes que decidieron no abrir las puertas de sus establecimientos. (ANSA).
