A partir de este lunes, las operaciones de compra y venta de automóviles usados comenzarán a ser gravadas con el impuesto a los Sellos, que contempla una alícuota del 2 por ciento que será retenida por el Registro Nacional de la Propiedad Automotor al momento de la transferencia.
Se trata de una medida contenida en la ley de reforma impositiva bonaerense recientemente sancionada por la Legislatura y que contempla que todas las operaciones de este tipo que se concreten en territorio provincial sean alcanzadas por una alícuota del 2 por ciento para el pago de este tributo.
La norma dispone que el nuevo gravamen se aplique a las operaciones entre particulares o entre agencias que no estén inscriptas en Arba o que se realicen en jurisdicciones ajenas a la Provincia.