viernes, abril 26, 2024

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China acusa a EEUU de «bullying comercial»

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Port Said Suez Canal Container Terminal Egypt

Con aranceles recíprocos por 34 mil millones de dólares y la amenaza de Estados Unidos de otras medidas por 500 mil millones, comenzó hoy la guerra comercial entre Pekín y Washington, la «mayor» en la historia de la economía, según consideró China. O, como escribió hoy el diario The Wall Street Journal, «la más grande batalla comercial estadounidenses desde la Gran Depresión».

Un conflicto que los medios estadounidenses pronostican desde hace tiempo y que presagia tiempos inciertos, aunque las bolsas de valores del mundo, desde Asia hasta Wall Street, no salieron perjudicadas hoy. El primer golpe llegó desde Estados Unidos: unos 818 productos chinos por valor de 34 mil millones recibieron nuevos gravámenes del 25% de Washington desde la medianoche.

Los productos que proceden de China pertenecen a la industria aeroespacial, tecnologías de la información y la comunicación, robótica, maquinaria o automoción, entre otros rubros. El objetivo es evitar el robo de tecnología estadounidense y comenzar a reequilibrar un déficit de 375 mil millones de dólares.

Pekín, por su parte, contraatacó con iniciativas similares y su Ministerio de Comercio emitió un duro comunicado contra el gobierno estadounidense, al que le imputó «bullying», amén de «poner en riesgo la cadena de valor global». Además, estimó que Washington lanzó «la mayor guerra comercial de la historia económica hasta la fecha».

Pekín también respondió con aranceles a unos 545 productos estadounidenses, relacionados con categorías como la soja, el cerdo, el acero, el whisky o los automóviles. El valor de importación es 34 mil millones al recibir una tasa adicional del 25%. Pero unas horas antes de que se activaran los aranceles de Estados Unidos contra Pekín, el magnate ya había amenazado desde el Air Force One con los impuestos adicionales de 500 mil millones de dólares en caso de represalias chinas.

Una cifra astronómica que, sumada a las inevitables contramedidas y a otros frentes de tarifas abiertos con aliados y socios, corre el riesgo de tener efecto de tsunami en la economía mundial.

Pero Trump no parece dispuesto a detenerse, incluso porque si el déficit comercial estadounidense cayó un 6,6% en mayo a 43,1 mil millones de dólares, el nivel más bajo en los últimos 19 meses, la brecha comercial con China aumentó en un 18,7% a 33,2 mil millones de dólares (9.9% más en comparación con el mismo periodo del año anterior).

Por ahora, el presidente no ve efectos concretos ni en la Bolsa ni en la ocupación, aunque los salarios están estancados y el mundo de las empresas tomó partido contra los aranceles.

Los datos de junio indicaron la creación de 213.000 puestos de trabajo, por encima de las estimaciones. «Desde la elección del presidente de Estados Unidos, se crearon al menos 3,7 millones de puestos de trabajo», escribió, y replicó así un escrito en Twitter del Ministerio de Trabajo.

Entretanto, las alarmas se encienden en Europa. «Preocupa la escalada de aranceles entre Estados Unidos y China, lo que claramente daña la economía mundial.

Las guerras comerciales son malas y no son fáciles de ganar», aseveró la representante de la Unión Europea en Comercio, Cecilia Malmstroem. A fin de mes, está previsto que el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, vuelva a Washington para discutir aranceles con Trump. (ANSA).