Aún son muchos los interrogantes que plantea la celiaquía, enfermedad autoinmune provocada por la ingesta de una proteína llamada gluten. Hasta que la ciencia logre darles respuesta, la clave sigue siendo mantener una dieta adecuada.
“El uno por ciento de la población puede ser celíaca según estudios de prevalencia hechos en el país. De ese porcentaje, que equivaldría a 400 mil personas, solo el 5 por ciento están diagnosticados, los demás no saben que son portadores. A nivel mundial se habla de 2 por ciento de la población”, indica Graciela Soifer, médica especialista en Nutrición y docente de pre y posgrado en Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA y de posgrado de la Universidad Nacional del Nordeste.
En la celiaquía, el gluten genera una respuesta del sistema inmune –mediada por los linfocitos T- que como consecuencia afecta a la mucosa del intestino delgado alterando la capacidad de digestión y absorción que es propio de ese órgano.
“Puede manifestarse en cualquier edad de la vida, no solo en la infancia, sino que puede quedar sin síntomas hasta la adultez y solo manifestarse a esa edad. El diagnóstico puede hacerse a cualquier edad y los estudios son los mismos para niños y para adultos”, explicó a la Agencia CyTA la doctora Soifer.
Algunos alimentos
Los celíacos no pueden comer alimentos que contengan harina de trigo ni avena, ni cebada ni centeno (las siglas para estos alimentos se denominan TACC). “La harina, en especial la de trigo, tiene muchas propiedades útiles en la elaboración de alimentos como por ejemplo la propiedad de espesar, de ser un elemento de unión y agregar volumen con bajo costo en un alimento. El problema reside en que muchos alimentos elaborados industrialmente contienen harina, como por ejemplo las salchichas, algunos dulces de leche, y en algunos casos se agrega como adulterante, por lo cual no es declarada en la etiqueta”, indicó Soifer que también se desempeña como Miembro de la Sociedad Argentina de Nutrición y de la Sociedad Argentina de Diabetes.
De acuerdo con la especialista, la no ingesta de esos alimentos no produce ninguna falta de nutrientes. “Las harinas solo aportan energía al organismo y en el caso del celíaco puede cambiar la harina de trigo por harinas de otros cereales como por ejemplo maíz o arroz, con lo cual cubren sus necesidades de calorías. El problema se plantea en los hábitos alimentarios, ya que esas harinas sustitutas no son fácilmente panificables y el pan es un alimento muy importante en nuestra cultura alimentaria”, subraya.
Síntomas y prevención
Si las personas consultan por los síntomas y se hace el diagnóstico, rápidamente se suspende el gluten y se produce la mejoría, explica Soifer.
Los síntomas son en primer lugar digestivos: diarrea con esteatorrea (grasa en la materia fecal), distensión abdominal, y otros generales como pérdida de peso, anemia, edemas, osteoporosis, infertilidad, abortos reiterados, retardo puberal, aftas bucales periódicas y enfermedad ampollosa de la piel conocida como dermatitis herpetiforme de During.
“En algunas circunstancias la enfermedad se presenta como monosintomática, por ejemplo una persona que consulta por anemia rebelde al tratamiento y eso se debe a la mala absorción del hierro que se produce en la celiaquía, o bien una mujer consulta por abortos espontáneos reiterados y se descubre estudiándola que es celíaca”, describe Soifer.
Hasta la fecha hay algunas preguntas que giran en torno a la celiaquía que no tienen respuesta, por ejemplo “¿por que se produce infertilidad en las mujeres con enfermedad celíaca? ¿Por qué hay distintos grados de severidad de la enfermedad, es decir, por qué varía la susceptibilidad al gluten entre los individuos? Son interrogantes que algún día la ciencia deberá responder”, puntualiza Soifer.
Lo que sí se sabe es que se trata de una enfermedad que se puede mantener bajo control siguiendo una alimentación adecuada. “También es importante alertar a los celíacos sobre el hecho de que los alimentos industrializados pueden tener harina de trigo y por ende, gluten no declarado en el rótulo. Por lo tanto es importante que conozcan el logo de los alimentos que no contienen gluten. La leyenda dice ‘sin TAAC en un círculo con una espiga de trigo’”, concluye Soifer. AGENCIA CYTA – INSTITUTO LELOIR