domingo, agosto 11, 2024

Agro, Agro

El campo y el malestar con Javier Milei

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Pese al encuentro en La Rural, las tensiones entre el campo y el Gobierno nacional no cesan. Si bien en lo discursivo Milei y el agro encuentran puntos en común, le exigen al presidente más que un guiño. En tanto, la Provincia absorbe el impacto de la recesión.

Mientras los números rojos de la economía argentina no dejan de aflorar, el campo se recuperó de La Niña y dejó su marca en los ingresos por exportaciones. De esta manera, el agro tuvo una participación del 62 % en los ingresos del primer semestre.

Las exportaciones de los primeros seis meses dejaron ventas por US$38.175 millones. Por su parte, las importaciones fueron de 27.468 millones de dólares, que arrojó un superávit de US$10.708 millones. “El poroto de soja y el trigo en grano fueron los que más aumentaron sus ingresos, con incrementos de 217% y 204% respectivamente”, indicó el informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA).

“Las exportaciones argentinas durante el primer semestre del 2024 alcanzaron un valor de US$38.176 millones, 14 % por encima del mismo período correspondiente al 2023. Desagregando las exportaciones por grandes rubros, los productos primarios (PP) fue el que más aumentó, un 40 % con respecto al año pasado, pasando de US$7252 millones a US$10.126 millones”, indicó el informe.

Sin embargo, el viernes pasado, previo al acto central de la Exposición Rural de Palermo, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) emitió un comunicado que provocó la ira del presidente Javier Milei. En este enunciado, un sector del agro argentino le recordaba que “los tiempos del campo no son los tiempos del gobierno” en materia de reducción de retenciones.

Lejos de calmar las aguas, la entidad que agrupa a 250 sociedades rurales de todo el país salió al cruce fuerte de otra medida del gobierno de La Libertad Avanza (LLA), la derogación del fondo que administraba los recursos que el Estado debe otorgar al financiamiento de la Ley Ovina. Según trascendió, el mal modo y las acusaciones hechas por el vocero presidencial Manuel Adorni fueron parte del fogonazo.

Allí, le recordaron a la gestión libertaria que “esta ley -sancionada el 4 de abril de 2001 y promulgada en el año 2003- ha sido una herramienta formidable para en el crecimiento y la formalidad de las majadas, para la mejora genética y de infraestructura, siendo una actividad de alto involucramiento social y familiar, natural y netamente renovable”.

“Definitivamente, su derogación es un pecado que, de no corregirse, puede acarrear efectos devastadores en la actividad”, advirtieron desde la entidad.

Sin intenciones de disimular su enfado, la CRA se mostró muy dura con los funcionarios libertarios, a los que calificó de ignorar cómo funciona el sector. Además, refutaron al vocero presidencial que alegó que esa apolítica no había dado resultados esperados tras veinte años de ser aplicada y sufrió la baja por manejos poco transparentes.

De cara al futuro inmediato, desde este sector del campo le hacen un llamado al Gobierno para que tome medidas de carácter definitivo y concrete la eliminación de las retenciones. Y con un tono poco conciliador, señalaron que solo así “podremos garantizar un futuro sostenible para nuestra producción agrícola y agroindustrial”.

La Provincia absorbe los impactos

En tiempos de fuerte recesión económica y caída de la actividad, el ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Pablo López, mostró un informe para evidenciar la fuerte baja en la actividad económica en el sector agropecuario bonaerense.

De acuerdo a los datos que brindó el funcionario bonaerense, hubo una caída del 7.9% en la actividad económica neta del agro entre enero y mayo de este año. A su vez, aseguró que, por su perfil industrial y la escala de su mercado interno, “la Provincia absorbe gran parte del impacto del modelo recesivo”.

Otros rubros que sufrieron caídas entre enero y mayo del 2024 fue la industria manufacturera con un 4.2% de baja, lo sigue la construcción con el 1.1%, el comercio con un 1% de caída, y las actividades inmobiliarias que cayeron un 0.5%.

Tanto la pesca, como la agricultura y ganadería tuvieron balances positivos del 0.5% y 3.7% respectivamente, este último debido a la gran recuperación que hubo de la sequía que sufrió nuestro país el año anterior. Sin contar el sector agropecuario, durante abril la caída de la actividad económica fue del 6.8% y con el campo se registró un pequeño aumento del 1.5%.

“Frente a un Gobierno nacional empeñado en dañar nuestro aparato productivo, debemos sostener el modelo alternativo que ponga en el centro el trabajo y valor agregado local”, cerró el ministro.

La Tecla

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