domingo, noviembre 24, 2024

Ecología

ECOLOGÍA: N2O, la gran amenaza climática

Sharing is caring!

Large clouds of thick smoke coming out of factory chimneys

El aumento de las emisiones de óxido nitroso (N2O) está poniendo en peligro los objetivos climáticos del Acuerdo de París, según un importante nuevo estudio realizado por un equipo internacional de científicos.

El creciente uso de fertilizantes nitrogenados en la producción de alimentos en todo el mundo está aumentando las concentraciones atmosféricas de N2O, un gas de efecto invernadero 300 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2) que permanece en la atmósfera durante más de 100 años.

Publicado en la revista ‘Nature’, el estudio fue dirigido por la Universidad de Auburn, en Estados Unidos, e involucró a científicos de 48 instituciones de investigación en 14 países. El objetivo era producir la evaluación más completa hasta la fecha de todas las fuentes y sumideros globales de N2O.

N2O, la gran amenaza climática

Sus hallazgos muestran que las emisiones de N2O están aumentando más rápido que cualquier escenario de emisión desarrollado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), consistente con los escenarios de gases de efecto invernadero que conducen a un aumento de la temperatura media global muy por encima de los 3°C desde los niveles preindustriales. El Acuerdo de París tiene como objetivo limitar el calentamiento a menos de 2°C, pero idealmente no más de 1,5°C.

El estudio apunta a una tendencia alarmante que afecta al cambio climático: el N2O ha aumentado un 20 por ciento desde los niveles preindustriales, de 270 partes por mil millones (ppb) en 1750 a 331 ppb en 2018, con el crecimiento más rápido observado en los últimos 50 años debido a emisiones de actividades humanas.

El profesor Hanqin Tian, director del Centro Internacional de Investigación sobre el Cambio Climático y Global de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Vida Silvestre de la Universidad de Auburn, codirigió el estudio.

«El motor dominante del aumento de óxido nitroso atmosférico proviene de la agricultura, y la creciente demanda de alimentos y piensos para animales aumentará aún más las emisiones globales de óxido nitroso –señala el profesor Tian–. Existe un conflicto entre la forma en que alimentamos a las personas y la estabilización del clima«.

Al igual que el CO2, el N2O es un gas de efecto invernadero de larga duración y, en la actualidad, también es el agente inducido por humanos más importante que agota la capa de ozono estratosférico, que protege la Tierra de la mayor parte de la radiación ultravioleta dañina del Sol.

El autor principal del Reino Unido, la doctora Parvadha Suntharalingam, de la Facultad de Ciencias Ambientales de la UEA, destaca que «este estudio presenta la imagen más completa y detallada hasta la fecha de las emisiones de N2O y su impacto en el clima».

«Este nuevo análisis identifica los factores que impulsan los niveles atmosféricos en constante aumento de N2O y destaca la necesidad urgente de desarrollar estrategias de mitigación efectivas si queremos limitar el calentamiento global y cumplir los objetivos climáticos», añade.

El estudio presenta un inventario global completo de N2O que incorpora fuentes naturales y relacionadas con el hombre, y explica la interacción entre las adiciones de nitrógeno al sistema terrestre y los procesos bioquímicos que controlan las emisiones de N2O. Cubre 21 sectores naturales y relacionados con el ser humano entre 1980 y 2016.

Las emisiones inducidas por el hombre, que están dominadas por las adiciones de nitrógeno a las tierras de cultivo, aumentaron en un 30 por ciento durante las últimas cuatro décadas a 7,3 teragramos de nitrógeno por año.

El análisis también revela una ‘retroalimentación’ emergente de N2O-clima resultante de las interacciones entre las adiciones de nitrógeno a los cultivos para la producción de alimentos y el calentamiento global, lo que mejora aún más las emisiones derivadas de la agricultura.

El estudio encontró que los mayores contribuyentes a las emisiones globales de N2O provienen del este de Asia, el sur de Asia, África y América del Sur.

Las emisiones de fertilizantes sintéticos dominan las liberaciones en China, India y Estados Unidos, mientras que las emisiones de la aplicación de estiércol de ganado como fertilizante dominan las liberaciones en África y América del Sur.

Las tasas de crecimiento más altas de las emisiones se encuentran en las economías emergentes, en particular Brasil, China e India, donde la producción agrícola y el número de ganado han aumentado.

Sin embargo, las emisiones de N2O en Europa disminuyeron en la agricultura y la industria química.

Esto se debió a una combinación de factores, incluidas las medidas voluntarias para eliminar el N2O de los gases de combustión en la industria del nailon y la introducción de un esquema de comercio de emisiones, así como la agricultura en muchos países de Europa occidental que se movieron hacia un uso más eficiente de fertilizantes para reducir impactos como la contaminación de las aguas subterráneas y superficiales. También se introdujeron políticas sobre el uso de fertilizantes nitrogenados.

El co-líder del estudio, el doctor Josep ‘Pep’ Canadell, de la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO) en Australia, es director ejecutivo del Global Carbon Project.

«Este nuevo análisis exige un replanteamiento a gran escala de las formas en que usamos y abusamos de los fertilizantes nitrogenados a nivel mundial y nos insta a adoptar prácticas más sostenibles en la forma en que producimos alimentos, incluida la reducción del desperdicio de alimentos«, señala.

«Estos hallazgos subrayan la urgencia y las oportunidades de mitigar las emisiones de óxido nitroso en todo el mundo para evitar los peores impactos climáticos», añade.