Los Estados Unidos mantuvieron hoy un posición irremovible y confirmaron que no tienen intención de volver a negociar el acuerdo de París sobre el clima.
Durante una reunión cumbre del G7 en Italia, el director de la Agencia estadounidense para el Ambiente, Scott Pruitt, confirmó que Washington va a reducir los gases invernadero según sus criterios, independientemente de los acuerdos parisinos alcanzados en el 2015 por casi todos los países del mundo.
Pruitt precisó de esta manera el enfoque sobre la temática del clima de Donald Trump, quien hace unos días anunció su rechazo del acuerdo firmado por Barack Obama, al considerarlo negativo tanto para las empresas como para el nivel del empleo en EEUU.
Durante la reunión, el representante de la administración estadounidense -conocido por los ambientalistas de EEUU por sus enfoques «eco-escépticos»- mantuvo de hecho una posición ‘negacionista’ respecto del impacto de los gases invernadero en el recalentamiento del planeta.
Durante la reunión cumbre en Bologna los ministros de los otros seis países del G7 tomaron nota de esta posición y al mismo tiempo defendieron de manera compacta a los contenidos del acuerdo de París, que -precisó el ministro italiano Gian Luca Galletti, es «irreversible y no negociable».
Los seis países se comprometieron de todos modos a hacer todo lo posible para poder aprobar hoy un documento final de la cumbre «de manera conjunta».
«Queremos mantener el diálogo, proseguir con el debate: este podría ser el resultado de la reunión del G7», destacó Galletti, recordando las «expectativas a nivel internacional» que hay de cara al tema de la lucha contra los cambios climáticos.
«Por lo que ha dicho Scott Pruitt, Estados Unidos quiere seguir haciendo esfuerzos en la lucha contra el cambio climático y comprometerse a través del diálogo con la Convención de la ONU sobre los cambios climáticos», precisó Patricia Espinosa, Secretaria General de esa Convención de las Naciones Unidas.
«Todos nosotros hemos recibido con amargura la decisión norteamericana de retirarse del acuerdo de París, pero al mismo tiempo -precisó- los Estados Unidos siguen formando parte de ese acuerdo que prevé un período de tres años antes que algunas de las partes del pacto pueda retirarse».
«Lo que quiere Estados Unidos es reducir las emisiones modificando el ‘Clean Air Act’ e introduciendo nuevas medidas que, pese a no formar parte del acuerdo de París, van en esa dirección», indicó a su vez Carlo Carraro, vicepresidente de los científicos que integran el IPCC, el grupo de expertos de la ONU sobre los cambios climáticos.
Las diferencias con Washington no radican en «los objetivos que nos planteamos» sino en la «manera de alcanzarlos», precisó Carraro, tras destacar por otra parte que, frente a esta posición de EEUU, «será China el país que asumirá el liderazgo» en el desafío con los estadounidenses.
