miércoles, noviembre 27, 2024

Salud

SALUD: Irse a dormir para consolidar lo aprendido

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Por: Deutsche Welle

Incluso la más corta de las siestas tiene efectos positivos en la memoria, asevera un grupo de sicólogos de Düsseldorf, con cuyo director conversó DW-WORLD. Entonces, ¿aprender vocabulario e irse inmediatamente a dormir?

“Incluso un sueño corto tiene efectos positivos“, ésta es la conclusión de un proyecto de investigación del Instituto para Sicología Experimental de la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf. Los muchos que conocen los maravillosos efectos de una corta siesta pueden pensar, con razón, que para llegar a esa conclusión no era necesario investigar tanto. “El aspecto innovador es el efecto positivo en la memoria”, explica a DW-WORLD Olaf Lahl, director del proyecto. “Que una siesta corta tiene efectos positivos en la concentración, es de conocimiento general, pero que la memorización se fortalece con seis minutos de sueño es novedoso”, recalca.

La mayoría de los animales duermen en varias fases cortas; sólo el ser humano duerme en bloque. Los bebés en cambio -que tienen una gran recepción y un enorme almacenamiento de información- duermen en varias fases cortas. ¿El sueño, entonces, sirve para consolidar la información? Este es el objetivo de la investigación del equipo en torno al sicólogo Lahl.

“Ahora puede dormir si quiere”

18 universitarios, entre los 20 y los 29 años, no fumadores, participaron en la investigación. En unas pruebas que dependen del sueño, el influjo por presencia o ausencia de un fármaco como la nicotina tenía que ser excluido. También había que eliminar los problemas de insomnio que suelen tener las personas de mayor edad. Ya en el laboratorio, unos electrodos conectaron a los estudiantes a unos monitores.

Después recibieron una lista de 30 adjetivos que tuvo que ser memorizada, a lo largo de dos minutos. En tres sesiones, cada voluntario recibió una lista diferente, siempre adjetivos pues éstos son más difíciles de relacionar entre sí que los sustantivos. Sin embargo, aunque cada persona tuvo siempre una lista diferente, los adjetivos eran similares en su valor y connotación. Después de memorizarlos, en dos de las tres sesiones les dijeron “ahora puede dormir, si quiere”. En la primera durmieron todo lo que quisieron, y en la segunda los despertaron a los seis minutos. Cabe resaltar que las personas no debían saber que lo más importante, en realidad, era que se durmieran; la presión por lo general impide conciliar el sueño.

En todo caso, a los 60 minutos tuvieron que reproducir su lista de 20 adjetivos. La media de palabras reproducidas fue de 6,86 en los que se quedaron despiertos, 8,07 en los que durmieron seis minutos. Y 9,21 palabras supieron los que durmieron cuanto quisieron.

¿Aprender vocabulario e irse a dormir?

Aunque ya varios investigadores habían sugerido el impacto del sueño en el aprendizaje, estos resultados son impresionantes y significativos, dicen los investigadores de Düsseldorf. Es muy pronto, sin embargo, para sacar conclusiones. Demasiado temprano para hacer recomendaciones como “aprenda vocabulario y váyase a dormir”. “Puede hacerlo si tiene sueño, pero no para acordarse mejor de las cosas si en realidad quiere seguir trabajando”, explica Lahl. Tampoco tienen estos resultados nada que ver con esos métodos que recomiendan aprender idiomas durante el sueño; “esas investigaciones han dado resultados negativos”, asevera.

Los investigadores de la consolidación de la memoria son conscientes de que están al comienzo. Todavía hay que determinar qué es lo que provoca este efecto y qué teoría puede explicarlo. En todo caso, claro queda que es a comienzos de la fase de sueño -independientemente de su profundidad y su duración- cuando salta el mecanismo que consolida la memoria. En el siguiente experimento, la memoria de los voluntarios se pondrá a prueba después de sólo dos minutos de siestita.