La petrolera Raizen que opera las estaciones de servicio Shell contrató a JP Morgan para liquidar sus activos en la Argentina.
La salida de Raizen de Argentina es un reflejo del éxodo de multinacionales que enfrentan desafíos económicos y regulatorios en el país.
La empresa, una sociedad entre Cosan y Shell, busca vender activos clave como la refinería Dock Sud y más de 700 estaciones de servicio Shell, que representan el 18% del mercado de combustibles.
Este movimiento se suma a una tendencia de desinversión de empresas como ExxonMobil, HSBC y Mercedes-Benz, impulsada por restricciones cambiarias y dificultades para transferir dividendos al exterior.
Además, el atractivo de Vaca Muerta, aunque prometedor, no parece suficiente para contrarrestar estas salidas.