La base monetaria en Argentina se duplicó en el primer año de gobierno de Javier Milei, alcanzando los $27,2 billones.

Esto representa un crecimiento del 209% a lo largo del 2024, con un aumento del 4,2% solo en diciembre. Aunque el presidente Milei ha sido un firme defensor de la emisión cero, la realidad es que la expansión de la base monetaria responde a diversas necesidades, incluyendo la intervención cambiaria, operaciones financieras del Banco Central y el Tesoro, y la creación de dinero en el sistema financiero.
En este sentido, la principal causa de emisión no es el déficit fiscal, sino la necesidad de comprar dólares a los exportadores y venderlos en el mercado de CCL para absorber la expansión monetaria.
Esto plantea interrogantes sobre el destino de esta gran cantidad de pesos, especialmente considerando que el Estado ha ajustado su gasto real en al menos cinco puntos del PBI.
Es importante destacar que la expansión primaria de la base monetaria no considera la creación de dinero en el sistema financiero, correspondiendo íntegramente al sector público.
Esto sugiere que la emisión monetaria es una herramienta más compleja de lo que inicialmente parece, y que su regulación requiere una comprensión profunda de los mecanismos económicos subyacentes.