Según Matías Bohl, integrante de la Mesa Nacional de la Federación Nacional Campesina, el precio que paga el consumidor por un kilo de tomate en una verdulería es similar al que recibe un productor por un cajón de 20 kilos.
Esto se debe a la larga cadena de intermediarios que agregan valor en los mercados concentradores, lo que perjudica tanto al productor como al consumidor.
Por ejemplo, si un kilo de tomate cuesta 3.000 pesos en una verdulería, el productor recibe aproximadamente la misma cantidad por un cajón de 20 kilos. Esto muestra la gran brecha entre el precio de producción y el precio de venta al consumidor.
Bohl también destacó que el gobierno de Milei ha exacerbado los problemas en el campo, y que es necesario generar vínculos entre las organizaciones del campo y otros sectores para discutir un programa que contemple las necesidades actuales.
Es importante mencionar que existen programas como el Mercado Bonaerenses, impulsado por la Provincia de Buenos Aires, que busca acercar al productor y al consumidor, eliminar intermediarios y reducir los precios para el consumidor.