Dos dirigentes de la Unión Cívica Radical, Fernanda Fernández Vizcay y Silvia Graciela Sadaha, anunciaron su renuncia al partido y su unión al Progresismo, liderado por Ricardo Alfonsín.
Las dirigentes expresaron su descontento con la dirección actual del partido, que consideran ha abandonado sus principios democráticos y se ha convertido en una organización electoralista sin ética ni prejuicios.
Fernanda Fernández Vizcay y Silvia Graciela Sadaha criticaron la falta de participación y consulta con los afiliados y la población en general, así como la concentración del poder en manos de unos pocos dirigentes. También expresaron su preocupación por el giro a la derecha del partido y su alejamiento de la sociedad.
Las dirigentes anunciaron que se unirán al Progresismo para practicar libremente el ideario radical y representar a la sociedad que se siente huérfana de liderazgo.
Invitaron a otros afiliados y simpatizantes a unirse a esta cruzada para defender y representar a la población y luchar por un país con derechos, igualdad y justicia.