sábado, octubre 12, 2024

Crónicas en Domingo, Generales, Guillot, Locales, Opinión

Crónicas en domingo. CARNAVAL

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Por Silvia Guillot

Quien más, quien menos, tiene recuerdos infantiles de carnavales. Los más grandes recordarán corsos en las avenidas, los más chicos juegos con bombuchas, espuma en aerosol y pistolas de agua. Risas, griterío, gente.

Cuentan también que en los corsos era común ver mucha gente disfrazada. Costumbre muy antigua, el disfraz. ¿Diversión, ilusión, burla, farsa, miedo de afrontar lo que se es?

Dice la historia que esta fiesta tiene origen pagano, pero que curiosamente se encuentra lindando con la Cuaresma, de tradición cristiana: días de fiesta, atracones y desmanes justo, justo, antes del ayuno y la penitencia.

En Argentina, este año el carnaval se adelantó un par de meses y, como en los viejos corsos aparecieron los disfraces. Ahora te podés cruzar en las avenidas (reales o virtuales) con una enorme cantidad de gente disfrazada: negociantes que se disfrazan de oposición dialoguista, buitres que se disfrazan de empresarios, endeudadores que se disfrazan de ministros, egoístas que se disfrazan de “argentinos de bien”, laburantes que se disfrazan de clase media alta y lo peor de todo, autoridades que se disfrazan de superhéroes.

El disfraz te cambia por un rato, pero no te transforma. Es momentáneo y puede ser peligroso.