jueves, abril 18, 2024

Internacionales

La UE lista para precio tope, Putin cierra el gas

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La guerra del gas entre Rusia y Europa se acerca a un enfrentamiento dramático, por lo que la Comisión de la Unión Europea decidió adelantarse y proponer un tope al precio del gas ruso para «recortar las ganancias que (el presidente ruso) Vladimir Putin utiliza para financiar su atroz guerra a Ucrania».

Así lo anunció la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen en víspera de la reunión del Consejo de Energía extraordinario que se llevará a cabo el viernes.

Se trata de un «movimiento absolutamente estúpido», respondió el presidente ruso, advirtiendo que Moscú respetará los contratos existentes, pero «no proporcionará nada» más que esos, «ni gas, ni petróleo, ni carbón».

Rusia podría cerrar, por lo tanto, los grifos a los europeos y desviar los suministros a China y a esos países, especialmente a los asiáticos, que seguirán siendo excelentes clientes. Y, a modo de ejemplo, Putin dijo que ya se alcanzaron acuerdos con Mongolia para pasar por sobre su territorio un segundo oleoducto a Pekín, el Siberian Force 2.

El presidente ruso eligió el Foro Económico del Este, en Vladivostok, para lanzar su advertencia y anunciar una nueva era en las relaciones con Asia, protagonista de aquello que calificó de «cambios irreversibles, se podría decir tectónicos», en las relaciones de fuerza entre un Occidente prisionero de una visión anacrónica que aún cree que puede dictar sus reglas a todos y a la otra parte del mundo, que quiere afirmar su soberanía.

«El mercado europeo de recursos energéticos -dijo Putin- antes era privilegiado, ahora ya no lo es más. La demanda es tan alta en los mercados mundiales que no tenemos problema en venderlos».

Pero para Von der Leyen «ya no vale la pena» escuchar lo que dice Putin, porque Rusia no hace más que «chantajear a la UE» utilizando el instrumento de la energía.

«Ahora mismo solo tenemos que protegernos, reforzar nuestra posición», añadió la presidente de la Comisión, recitando una serie de datos que demuestran que la dependencia europea de las fuentes rusas ya no es tan fuerte.

Al inicio de la ofensiva de Moscú en Ucrania, recordó, el gas ruso vía gasoducto suponía el 40% de las importaciones totales, hoy es solo el 9%. Mientras que los depósitos están llenos en un 82% gracias al suministro de Gas Natural Licuado (GNL) o gas por gasoducto desde Estados Unidos, Noruega, Argelia, Azerbaiyán y otros países.

Rusia, en tanto, anunció que impuso sanciones «a los líderes militares de la Unión Europea y a los empleados de alto rango de las agencias de seguridad de los estados miembros» por el apoyo militar a Ucrania.

Putin, además, advirtió que discutirá con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, garante del acuerdo para la salida del trigo ucraniano de los puertos del Mar Negro, una restricción a las exportaciones de cereales a Europa sobre esta ruta, quejándose de que casi todos los barcos llegaron de los países ricos del continente y no los de otras regiones del mundo que padecen hambre.

Pero Rusia, respondió el asesor presidencial, Mykhailo Podolyak, desde Kiev, «no puede obligar a Ucrania a dónde enviar su grano», porque el acuerdo no lo prevé.

El líder ruso, mientras tanto, le pisó la mano al difícil invierno que le espera a los europeos, en medio de reducciones en la calefacción e inflación alimentada por energías caras.

«El alto nivel de desarrollo industrial de Europa, su nivel de vida y su estabilidad socioeconómica han sido arrojados al horno de las sanciones y desperdiciados por orden de Washington en aras de la infame unidad euroatlántica», afirmó el líder del Kremlin.

Los países europeos deberían, por tanto, «entrar en razón», porque esta situación «puede provocar una explosión» a nivel social.

Mientras que a Rusia, continuó Putin, le está yendo mejor de lo esperado a pesar de «la agresión económica, financiera y tecnológica de Occidente».

Según el presidente, la inflación está cayendo (del 14% actual al 12% esperado para fin de año) mientras que el PIB está frenando el desplome inicial, limitando las pérdidas entre el 2% y el 2,5%.

«Es imposible aislar a Rusia», advirtió Putin, subrayando una vez más la importancia de la cooperación con Pekín.

De hecho, el líder ruso anunció que tendrá lugar una cumbre entre él y el presidente chino, Xi Jinping, en Samarcanda, al margen de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, prevista para el 15 y 16 de septiembre. Y agregó que en el primer semestre del año el comercio bilateral creció un 30% y está por llegar a los 200 mil millones de dólares. (ANSA).