jueves, abril 18, 2024

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EE.UU.: «Trump me pidió encubrir el Rusiagate»

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El presidente estadounidense, Donald Trump, le pidió al entonces jefe del FBI James Comey que «encubriera» la trama del «Rusiagate», en particular que dejara caer las investigaciones sobre su ex consejero para la seguridad nacional, Michael Flynn.

Esta declaración explosiva, que podría abrir el camino de un «impeachment» para Trump, está en la declaración escrita (de siete páginas) que Comey leerá mañana en su audiencia pública bajo juramento ante la comisión de inteligencia del Senado.

Una presentación temida, que Trump decidió no bloquear al renunciar al «privilegio ejecutivo», pero que podría significar un grave problema para su presidencia si el ex director del FBI, como parece, confirma las presiones sufridas por el mandatario antes de ser despedido a raíz del «Rusiagate», como se conoce a las sospechas por posibles vínculos entre Rusia y el equipo de la campaña electoral del magnate.

De acuerdo con las primeras anticipaciones, Comey referirá que en una cena en la Casa Blanca Trump le dijo: «necesito lealtad, espero lealtad».

En ese sentido, le pidió que «soltara» las investigaciones sobre Flynn, definiéndolo «un buen muchacho».

Flynn, general retirado que había asumido como asesor de seguridad nacional en el gobierno de Trump cuando llegó a la Casa Blanca, el 20 de enero pasado, renunció a su cargo el 13 de febrero en medio de un escándalo por ocultar contactos con miembros del Kremlin.

En cuanto a las investigaciones sobre Rusia, el magnate le habría pedido «quitar los nubarrones» que comprometían su capacidad de actuar para el país.

También Comey contará que estaba preocupado porque la cena estuviera dirigida «a crear una suerte de relación de apoyo», y confirmará haber escrito un memo sobre la conversación con el presidente.

Al menos nueve coloquios tuvo el exdirector del FBI con Trump en cuatro meses, de los cuales tres fueron personalmente y seis por teléfono. En ese contexto, Michael Rogers, el jefe de la National Security Agency (NSA), y Dan Coates, director nacional de la inteligencia estadounidense, descartaron hoy haber estado alguna vez bajo presión por el «Rusiagate».

Rogers precisó que no puede hablar de los coloquios con Trump, después de que se le preguntara si el mandatario le pidió que negara públicamente la existencia de pruebas del «Rusiagate», como reportaron algunos medios. Ambos participaron en una audiencia ante la comisión de inteligencia del Senado.

Por su lado, Coates afirmó que no tiene la intención de discutir los detalles de las conversaciones con Trump en tal sede, en cuanto se trata de una audiencia pública. Los anticipos de la declaración de Comey (definida como «preocupante» por el senador republicano John McCain) pueden ensombrecer también la jugada de Trump para reemplazar a la guía del FBI.

El magnate, en efecto, anunció hoy a través de Twitter el nombramiento de Christopher A. Wray, un abogado de 57 años, como nuevo director de esa institución.

Trump aprovechó la ocasión para elogiarlo y definirlo «impecablemente calificado». Mediante un comunicado de la Casa Blanca, el mandatario consideró a Wray como una «persona impecablemente calificada y sé que servirá nuevamente a su país como un orgulloso guardián de la ley y un modelo de integridad, una vez que el Senado lo confirme en la dirección del FBI».

«Estoy orgulloso de anunciar a Christopher como mi elección para que se desempeñe como director del FBI. Durante su precedente servicio en el Departamento de Justicia, fue el líder de importantes investigaciones contra el fraude».

Asimismo, destacó el comunicado, Wray fue una figura clave «en el equipo que supervisó acciones del Departamento de Justicia en la guerra contra el terrorismo después de los ataques del 11 de septiembre», subrayó Trump.

Wray, actualmente socio del estudio legal internacional King & Spalding, se graduó con honores en la Universidad de Yale en 1989.

Con el ex presidente estadounidense George W. Bush trabajó de fiscal general adjunto al mando de la división criminal. Durante su desempeño, de 2003 a 2005, fue especialista en escándalos corporativos como el caso Enron.

Wray «contribuyó a afrontar un aumento de los escándalos de fraude societario que afligieron a nuestros mercados financieros». (ANSA).