martes, abril 16, 2024

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LITERATURA: «Cien años de soledad» 50 años después

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Lo que Gabriel García Márquez hizo con ‘Cien años de soledad’ fue devolverle a la literatura la imaginación que durante un siglo le arrebató el «racionalismo oscurantista», afirmó a ANSA Conrado Zuluaga, experto en la obra del Nobel colombiano.

«¿Qué hace García Márquez?: le devuelve a la literatura lo que pasa por su cabeza, que también hace parte de la realidad; sus sueños y pesadillas, sus aspiraciones y frustraciones, sus momentos mágicos y los trágicos, pero no solo los que se viven, sino aquellos que pasan por la mente», destacó el escritor y académico colombiano.

Para Zuluaga, el «realismo oscurantista», propio de la política, se había apoderado de la literatura, dejando de lado a la imaginación y los sueños como opción del pensamiento, algo que hacía parte del arte y que caracterizó a libros como ‘El Quijote’, lleno de simbología y cercanía con el lector.

Las reflexiones de Zuluaga, profundo conocedor de la literatura de «Gabo», coinciden con los 50 años de la publiación de ‘Cien años de soledad’, la obra cumbre del Nobel de Literatura en 1982, aniversario que se cumplirá el martes.

El libro, que se acabó de imprimir 30 de mayo de 1967 en los talleres de la Editorial Suramericana en Buenos Aires, salió seis días después a la venta. A partir de allí, la literatura latinoamericana cambió, así como la vida de García Márquez.

La novela estuvo al alcance de los lectores el 5 de junio de 1967, el mismo día que se inició la denominada «Guerra de los seis días», cuando Israel enfrentó en el campo de batalla a una coalición de cuatro países árabes a quienes les propinó una derrota estruendosa.

«Quién le iba a prestar atención a ningún libro ese día, además había otras 20 novedades más de la Editorial Sudamericana», recuerda el académico, que tiene una explicación para señalar porqué la novela se convirtió a la vez en fenómeno editorial, objeto de estudio y elemento de adoración.

«Hicieron algo que hoy se hace todos los días pero que antes no se hacía: crear expectativa ante un nuevo producto que va salir; puede ser muy prosaico, pero en el momento en que esto deja de ser un manuscrito y se convierte en un libro es una mercancía y hay que venderla como tal», explicó Zuluaga.

Un año antes de la aparición de la novela, García Márquez había publicado un aparte del inicio en el diario El Espectador de Bogotá, donde trabajó como periodista, sumado al rumor incesante entre los escritores e intelectuales, quienes destacaban que estaba por «aterrizar» en la literatura latinoamericana una obra revolucionaria.

Novelistas como Julio Cortazar, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa comentaban en público sobre el libro, mientras que cuatro revistas internacionales de temas culturales se ocuparon de hablar del texto, sin que aún estuviera en las estanterías.

«No voy discutir si lo hicieron de manera consciente o inconsciente, pero lo hicieron a propósito: si todos estaban de acuerdo, si montaron un maquinaria o no, eso no interesa ahora, lo importante es que crearon una expectativa», agrega el experto.

Tal fue el interés por «Cien años», que desde el primer día las librerías se abarrotaron para obtener el libro. Incluso en lugares de Bogotá, por ejemlpo en la Librería Contemporánea, los lectores debieron inscribirse en una lista para obtener una copia del libro, que podía llegar a sus manos inlcuso hasta un mes y medio más tarde. «Eso se volvió una bola de nieve. Todos querían ‘Cien años de soledad’ y aquí llegó un mes y medio después, mientras que a México tardó más, hasta dos meses. Dígame qué libro tiene lista de espera», se preguntó Zuluaga.

El académico recordó que ‘Cien años de soledad’ es un clásico de la literatura universal porque muchos años después de haberse leído por ultima vez tiene algo nuevo que ofrecer al lector: «Un clásico es un libro que te enseña siempre, cada que se abre tiene algo nuevo qué decir». (ANSA)