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Con algunos cambios, en la Cámara de Diputados se reflotó el viejo proyecto para el reconocimiento de nuevos municipios a través de la conformación de una Comisión Bicameral que recibirá y estudiará las peticiones.

La iniciativa fue presentada por la diputada oficialista Alicia Tabarés en base a la del lezamense diputado mandato cumplido, Julio Alfonsín, que en su momento aprobó la Cámara baja y dejó caer el Senado, con algunos agregados. A tal punto que respetó los fundamentos originales.

Básicamente, elimina la posibilidad de que una división sea tratada sobre tablas porque requerirá la aprobación de la Bicameral; hace hincapié en la factibilidad económica de un nuevo distrito y determina que si pertenece a dos ciudades deberá calcular el promedio de ingresos de ambos de acuerdo al territorio que afecte; agrega la consulta al Concejo Deliberante y, en el caso de que la los habitantes del futuro distrito sean menos de la mitad del total de la población del que se va dividir, se hará un consulta popular con la totalidad de los vecinos.

La población que aspire a su reconocimiento deberá presentar ante la Comisión un petitorio avalado por el 15% de sus electores y deberá constituir una Junta Pro-Reconocimiento, encargada de presentar antecedentes, características históricas y culturales, factibilidad socioeconómica, viabilidad financiera y un estudio de la delimitación territorial.

La Comisión Bicameral estará integrada por catorce miembros, siete por cada Cámara legislativa, los que serán designados por un período de 2 años. Las facultades serán las de recibir las peticiones de reconocimiento de nuevos municipios, convocar a organismos técnicos, profesionales y académicos especializados en la problemática, así como pedir a la Subsecretaría de Asuntos Municipales y demás organismos provinciales, los informes técnicos que sirvan para dirimir los asuntos. Finalmente, aceptará o desechará el pedido una vez analizado.

Una vez recibidos los pedidos, la Comisión informará al intendente municipal y al concejo deliberante del distrito afectado para que emitan su opinión por separado. Luego lo someterá a la evaluación de universidades u otras organizaciones oficiales y si elevan un dictamen favorable, convocará a una consulta no vinculante y no obligatoria, por sí o por no, al electorado de la localidad que solicita su reconocimiento. Aquí, la nueva iniciativa agrega que en el caso que el número de habitantes de esa localidad sea menor al 50% del total de vecinos del distrito a escindir, “se realizará también con estos una consulta de iguales características”.

En caso que los informes requeridos sean desfavorables, la Comisión notificará tanto a las autoridades municipales como a la Junta Pro-Reconocimiento y archivará las actuaciones. Mientras que los vecinos deberán esperar cinco años para reiterar su petición.

Como es sabido, la Legislatura ya cuenta con pedidos de creación de nuevos municipios, por lo que la norma establece que deberán ser analizados y despachados por la Comisión Bicameral.

La diputada Tabarés comentó que “la proliferación de solicitudes de reconocimiento de nuevos municipios está indicando que es preciso unificar criterios a través de una ley marco que evite los enfrentamientos que suelen provocar estos movimientos y se reemplace la racionalidad por cuestiones subjetivas como puede ocurrir”.