viernes, abril 26, 2024

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VACACIONES: Se va por tierra… pero los pasajes están por las nubes

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Las tarifas aumentaron entre 5 y 30 pesos, según los destinos. La venta se derrumbó en un 50 por ciento con respecto a 2007. Sólo hay “micros completos” a Mar del Plata, Necochea y las localidades del interior bonaerense, gracias a que los estudiantes retornan a sus hogares. Las empresas explicaron que los aumentos se deben al incremento que tuvo el gasoil en los últimos meses. ¡Y eso que están subsidiadas!: pagan un peso menos por litro que los autos particulares.

Nada parece detener la escalada de los precios. La comida, el combustible, los celulares, la televisión por cable, los seguros, todo sube -a excepción de los salarios- como un globo aerostático. Si algo faltaba, en vísperas de las vacaciones de invierno, era un incremento en los pasajes a la costa atlántica o el interior del país. Y así fue: los tickets subieron entre 5 y 30 pesos, según el destino.

El ajuste -sumado a la incertidumbre económica que atraviesa el país en materia económica- congeló la demanda de pasajes, y en las compañías de transporte aseguraron que la venta cayó en 50 por ciento, con respecto al año pasado. Aunque estimaron que la semana que viene “repuntará”, gracias al esfuerzo de los estudiantes que deben retornar a sus ciudades ante el receso invernal en la UNLP.

Voceros de la secretaría de Transporte confirmaron la suba en los pasajes de larga distancia. Y explicaron que se debe al “aumento del combustible” y los problemas económicos que padecieron las empresas “afectadas por los piquetes en las rutas”. Además no se descartó un reajuste tarifario hacia fin de año, tal como ocurrió en 2006 y 2007.

La suba de los boletos fue escalonada dentro de la terminal de ómnibus de La Plata. El primer turno -hace una semana- fue para las empresas que tienen servicios a la costa atlántica y el interior de la provincia de Buenos Aires. ¿La razón? La venta se mantiene en los parámetros similares al año pasado ya que los estudiantes del interior vuelven a descansar a sus ciudades.

El segundo turno fue para las compañías que tienen como destino las provincias del interior del país o países limítrofes donde la venta cayó abruptamente ante la incertidumbre económica. César Struzzo, economista de la Federación Económica Regional, explicó que “lo que ocurre con la venta en los comercios, se especula a la hora de gastar dinero. El país vive un momento de incertidumbre y temor, lo que genera una paralización de la demanda. Mucho más, cuando se trata de vacaciones cortas”.

La caída en las ventas de pasajes ya afecta los destinos turísticos. Tanto en la costa atlántica como en los destinos turísticos ideales en invierno, los operadores dudan con “igualar la cantidad de turistas recibida durante el año pasado”.

Luciano Vahnovan, empleado de la empresa de viajes Rápido Argentino, explicó a Hoy que “nuestros destinos son la costa y las ciudades del interior donde hay estudiantes, por eso la venta no cayó. Los destinos más buscados para vacacionar son Mar del Plata y Necochea”. Y agregó: “Los costos aumentaron: un pasaje a Mar del Plata costaba 50 pesos en semicama y 57 en cama; ahora están en 55 y 63 pesos”. Por ende, ir y volver a La Feliz requerirá de una inversión de -al menos- 110 pesos por persona ($ 440 una familia tipo -padre, madre y dos hijos).

Para Pablo Miglio, representante de la empresa de transporte San Cristóbal, indicó que “todo está muy tranquilo, pero nada que ver a otros años. Se vende mucho menos como consecuencia de la situación que atraviesa el país: no hay plata y el pasajero especula, prioriza las vacaciones de verano”. Y añadió: “Además de la situación económica, los pasajes aumentaron. Ir a Misiones pasó de 110 a 120 pesos; y a Paraguay de 122 a 130”.

Algunas empresas de la terminal platense optaron por seleccionar las tarifas a subir. Y sólo retocaron los destinos con menor demanda, ya que en las termas o sitios de descanso más populares aseguran los micros “completos”, y hasta “los adicionales”.

Mariana, vendedora de la empresa Fecha Bus, sostuvo que “la venta cayó en un 50 por ciento con relación al año pasado. Es un efecto de la crisis que sufrió el país con el conflicto del campo y la paralización económica”, al tiempo que agregó: “Los precios se aumentaron ayer (por el martes) según el destino. A Entre Ríos, donde están las termas y es un lugar elegido por el turismo, no se tocaron los precios. En cambio, para Corrientes -mayor distancia y menos demanda- se fue de 100 a 129 pesos”.

Otro golpe, y van

El transporte de larga distancia había sido beneficiado en 2006 cuando el Gobierno nacional -por ese entonces, conducido por Néstor Kirchner- autorizó a subir sus tarifas desde un 10% para las categorías más económicas hasta un 25% en los servicios más caros.

La medida, dispuesta por la secretaría de Transporte, se aplicó en dos tramos. En agosto, los ómnibus de larga distancia incrementaron sus tarifas en un 10 por ciento, mientras que la segunda parte, que las subió en un 25 por ciento en algunos servicios, se llevó a cabo en septiembre.

Pero no alcanzó. Y el organismo nacional ratificó en 2007 las nuevas tarifas de referencia en el servicio de transporte de larga distancia. La suba fue escalonada en octubre y noviembre (un 20 por ciento en total). La medida respondió a los mayores costos de explotación del servicio y al incremento de los salarios a los choferes, según indicaron.

El transporte de pasajeros de larga distancia se rige, al igual que las tarifas de aviones, por bandas. Es decir que la secretaría de Transporte autoriza a las empresas a que cobren el valor que quieran siempre que se mantengan entre el mínimo y el máximo fijado. Por lo tanto, los incrementos se realizan en épocas de temporada alta.

Las empresas de transporte de pasajeros de larga distancia, al igual que los colectivos urbanos, gozan de un régimen de subsidios al combustible. Las primeras pagan por litro de gasoil alrededor de un peso menos que los usuarios particulares, y unos 20 centavos más que los micros de corta distancia.

A ponerse el poncho

No sólo las tarifas congelan los bolsillos de los turistas que planean pasar al menos una sema-na en la costa atlántica o en el interior del país. Las proyecciones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) no son para nada alentadoras. Se estima que en el receso invernal habrá temperaturas bajas para todo el país, con el ingreso de una masa antártica de frío polar.

Según se indicó, el veranito que tuvo el país la semana pasada quedó en el olvido. Y a partir de ahora la temperatura irá bajando hasta las vacaciones. En la provincia de Buenos Aires el receso escolar -fecha en que la mayoría de los platenses salen de vacaciones- se producirá en la última semana de julio y la primera de agosto.

Más tránsito, más caro

El gobierno porteño dio el primer paso para aumentar los peajes de las autopistas porteñas hasta un 150%. El 26 de agosto se realizará la Audiencia Pública obligatoria, formalidad para discutir las nuevas tarifas, que subirán en dos niveles: serán más caras durante los horarios pico para desalentar el uso de los autos particulares, pero en la horas no pico también se incrementarán.

Cuando Macri anunció a principios de junio su plan para reordenar el tránsito, adelantó que iban a promover un incremento en los peajes. El objetivo, explicaron, era que los autos particulares no hicieran colapsar las autopistas, como sucede ahora en las horas pico. Según estadísticas oficiales, en los primeros cinco meses del año la cantidad de vehículos que circularon por las tres autopistas que tienen peajes creció un 7,1%. Y si se compara con 2002, durante la crisis, el salto es del 81,7%.

Pero el decreto nº 876, que convoca a la Audiencia y fue publicado ayer, dice que el aumento también busca “restablecer la ecuación económico-financiera de la concesión”. A las autopistas las maneja la empresa estatal AUSA.

El último intento de modificar los peajes lo realizó el ex jefe de gobierno Jorge Telerman. En noviembre comenzó a dejar pasar gratis a quienes viajaban en el auto de a cuatro. Pero entre la poca difusión y la falta de interés de la gente, la medida fracasó, al punto que Macri la derogó el 11 de abril.