Por Juan Carlos Stranges
En reunión del Partido Frente Grande de la Prov. de Buenos Aires se trato la nueva ley de inmigración Europea y se rechazo dicha medida en forma plena y categórica.
“La ley de inmigración que acaba de aprobar el Parlamento Europeo es una ley regresiva, intolerante y reaccionaria. Es una desvergüenza jurídica que institucionaliza los campos de internamiento. Es una vergüenza legal que ampara la expulsión de Europa y esto recuerda muchísimo a políticas alemanas, italianas y españolas vividas en la mitad del siglo 20 y que todo el mundo repudia” explico Juan Carlos Stranges, presidente del Frente Grande Necochea en la reunión provincial del partido. Siguió diciendo “esta ley es una vergüenza moral, es la implantación del estado de la sospecha, del estado de quiebra de los valores que reconoce la declaración de los derechos del hombre”.
La norma prevé que los inmigrantes en condición irregular, incluidos los menores, podrán ser detenidos e «internados» en centros especiales hasta por un periodo de seis meses, prorrogables por un máximo de doce, mientras se tramita su expulsión de Europa, adonde no podrán regresar en cinco años.
Por su parte el responsable de la relaciones internacionales del Frente Grande y presidente de la Prov. de Buenos Aires Jorge Drkos afirmó “La Directiva de Retorno aprobada por la Unión Europea no sólo pone de manifiesto el avance de la xenofobia y el racismo en el mundo desarrollado sino que además es claramente violatoria de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece en su artículo 13 que toda persona tiene derecho a circular libremente y elegir residencia dentro del territorio de un Estado y a salir de cualquier país -incluso del propio- y regresar a su país”,.
En relación a la nueva ley, el dirigente explicó que la misma “permite encarcelar por 18 meses a los inmigrantes sin papeles hasta que sean deportados y, a la vez, faculta a prohibirles la entrada al espacio de la UE por un período de 5 años, lo cual es gravísimo teniendo en cuenta que en Europa hay alrededor de cuarenta y cinco millones de extranjeros, de los cuales cinco millones son indocumentados”, agregando que “de esa manera se produce la criminalización de las víctimas, la destrucción de sus lazos familiares ya establecidos en territorio europeo y el perjuicio para las economías pobres, al interrumpirse el envío de remesas a sus países de origen”.
Finalmente, Drkos sostuvo que “no es con xenofobia como Europa va a sanear sus eventuales crisis, dado que los inmigrantes vienen realizando importantes aportes a la riqueza del viejo mundo” a lo cual añadió que “además, resulta imperioso llamar a los miembros de la UE no sólo a contribuir de modo contundente con el desarrollo de los países más atrasados, sino también a no ser amnésicos en referencia a cómo fueron recibidos sus propios inmigrantes cuando escapaban hacia América perseguidos por las tragedias bélicas y a tomar en cuenta que los actuales perseguidos, provienen de aquellos territorios colonizados en todo el mundo desde el siglo XV, de donde Europa obtuvo las bases de su actual riqueza”.