viernes, marzo 29, 2024

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BUENOS AIRES: Separarán a los presos de acuerdo a su conflictividad en las cárceles bonaerenses.

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El nuevo proyecto del Ministerio de Justicia provincial busca reducir la violencia en las prisiones. Un equipo multidisciplinario de antropólogos, psicólogos y médicos realizará un perfil del recluso, teniendo en cuenta su conducta y el delito cometido.

Las autoridades de la provincia de Buenos Aires decidieron implementar un nuevo proyecto para combatir la violencia en las cárceles: los presos alojados en establecimientos dependientes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) van a ser divididos de acuerdo a su grado de conflictividad.

Así lo anticipó el ministro de Justicia provincial, Ricardo Casal. Dijo que comenzará a implementarse en los próximos días porque «los actuales criterios de selección y de destino de los internos no han sido los más adecuados ni han dado los resultados esperados». Por eso, agregó, «hemos decidido cambiarlos».

El mecanismo será el siguiente. Todos los procesados y condenados por delitos penales ingresarán al SPB por la Unidad 9 de La Plata. Allí, un equipo multidisciplinario compuesto por antropólogos, psicólogos y médicos evaluará sus conductas tomando en cuenta el delito cometido y establecerá un perfil psicológico a través de entrevistas.

Una vez concluido el diagnóstico de los especialistas, se determinará la derivación de los detenidos a las distintas unidades carcelarias de la provincia.

La nueva clasificación pondrá acento en la «convivencia» entre detenidos, tema que consideran uno de los de mayor conflictividad dentro de las cárceles.

En ese sentido, se evitará mezclar dentro de un mismo pabellón a internos violentos con otros que fueron privados de la libertad por delitos menores o de buena conducta.

La idea, además, es que en todos los penales haya un pabellón de máxima seguridad destinado al alojamiento de los más violentos, separado de los restantes.

El proyecto tomará en cuenta, en la medida de lo posible, alojar a los presos en unidades situadas en una zona cercana donde residen sus respectivas familias, con el fin de evitar el desarraigo.

«La ausencia de visitas al recluso es otro factor que genera violencia intramuros», sostuvo Casal.  (Fuente: DyN)