A los 57 años, Juan María Traverso está lejos de ser aquél personaje polémico que construyó a base de triunfos, palabras y gestos en sus 35 años como piloto. “Hoy disfruto de ser abuelo, con tres nietos hermosos, a los que trato de ver cada vez que puedo”, le relata el legendario “Flaco” a El Cronista.
El recuerdo de su “faso” siempre encendido y de su condición de eximio piloto aún perduran en los amantes del automovilismo, dos años y medio después de su retiro: “Es increíble, pero la gente me quiere más ahora que cuando estaba arriba de un auto. Antes podía ir al shopping a dar una vuelta, ahora directamente no puedo. Me dicen que tengo que volver, que desde que me retiré no miran más las carreras. Y me sucede con chicos, grandes y mujeres. Incluso los hinchas de Ford y Chevrolet me tratan de la misma manera”.
Además de ser el presidente de
Séxtuple campeón de Turismo Carretera, Traverso cree que el TC debe renovarse: “Se quedó en la historia, se habla de una tecnología que no existe, que fue aplastada. No cambió nada en los últimos años: el TC actual es el TC de ayer”. Sobre el presente del TC 2000, donde se coronó siete veces, reflexiona: “Es la categoría más moderna a nivel nacional, pero no esta exenta a los problemas. Los motores son de 300 caballos de fuerza, cuando deberían estar pensando en autos con una potencia de 500 o 600 caballos. Son reestructuraciones que se están tratando de hacer. Ojalá sea así, porque yo, como público, quiero ver autos rápidos”.
Pese a despuntar el vicio de vez en cuando, Traverso no piensa en volver a competir: “Podría armarme un equipo, pero ya me saqué las ganas de estar arriba del auto. Pero correr, nunca más, es tiempo pasado. Me retiré en el momento justo”.
Considerado uno de los mejores pilotos nacionales de la historia, él no pisa el freno: “Las estadísticas me ponen bastante arriba. Creo que fui uno de los tres mejores de mi época. Con lo hermanos Gálvez (Juan y Oscar) no me puedo comparar. Fueron buenísimos, pero no sé si más o menos que yo”. (CRONISTA.COM)