Juan Carlos de Pablo abordó una visión sobre las crisis argentinas bastante novedosas, haciendo hincapié en los cambios que ocurren en el proceso de toma de decisiones por parte de los agentes económicos a lo largo de las distintas etapas de los ciclos.
Nos contó que de las 37 crisis que ha sufrido Argentina, 36 coinciden con problemas fiscales y parecería ser que así funcionan las cosas. La pregunta es porqué. Según él en momentos críticos las decisiones se tornan más conservadoras y adversas al riesgo. Luego, cuando la cosa comienza a mejorar, las decisiones se van relajando y transformándose en más laxas para llegar al pico del ciclo donde ya no hay mucho control y es muy difícil recomendar políticas menos permisivas a los que aparentemente les está yendo muy bien: En ciertos momentos de auge, parece muy difícil recomendar a los hacedores de política económica que paren la mano porque la crisis puede estar a la vuelta de la esquina.
Definió a la Argentina como a un país ciclónico haciendo un juego de palabras entre ciclo y ciclón: si se observa Estados Unidos desde principios de siglo, podemos ver que más o menos ha crecido a un 3% o 4% anual, en promedio en los años malos creció un 1,5% y en los buenos un 5%. Argentina también ha crecido a un 3% anual, pero, en cambio, en los años malos llegó a bajar un 10% o 12% y en los buenos a crecer un 10%. Más que ciclo es un ciclón.
Es por ello que en Estados Unidos tienen relevancia los modelos económicos relativos a las tendencia ya que tiene más importancia que los ciclos mientras que en Argentina la explicación que le demos a los ciclos y sus proyecciones resultan ser de mayor interés que la explicación o predicción de la tendencia. Sobre todo a la hora de incidir sobre el proceso decisorio y en el análisis de la valuación de activos.
Luego vinieron las preguntas del público acerca de temas como la deuda, los servicios públicos y el contexto internacional y en particular China.
Respecto a la deuda manifestó que hay tanta discusión porque evidentemente los poderes deben estar bastante equiparados dentro de la negociación, de otra forma el más fuerte ya hubiera hecho lo que le convenía y se hubiera acabado el tema.
Más allá de esto, se preguntó cuál sería el verdadero incentivo que podría tener el Gobierno Argentino para darle un punto final al asunto. Respecto a las empresas que brindan servicios públicos manifestó que en algún momento nos vamos a tener que enfrentar con la realidad, se van a tener que realizar inversiones porque sino los servicios comenzarán a empeorar y se irá perdiendo capital.
Respecto a China, expresó que los 4.700 millones de personas que viven fuera de China deberían estar preguntándose: A qué dedicarse o qué hacer que los chinos no se estén dedicando o haciendo todavía. Los chinos son muy inteligentes, hábiles, son grandes consumidores, aprenden rápido y todavía tienen dos tercios de su población en el sector agrario por lo que no les preocupa por un buen tiempo un posible aumento del salario que disminuya sus ventajas competitivas.
Obviamente, como toda sociedad tienen sus problemas pero, evidentemente ellos se han planteado una ecuación muy parecida a la que nuestro país se planteó a principios del Siglo Pasado (sólo que a nosotros también nos faltaba gente y por ello se abrió la inmigración masiva ) y aparentemente, les está saliendo mucho mejor.