viernes, abril 26, 2024

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EL MUNDO: Crece la alergia alimentaria infantil

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Los casos de alergia alimentaria en el mundo, en especial entre los niños, crecen a niveles exponenciales como un tsunami dentro del panorama de la salud pública.

Desde el 2010 se registró una explosión de estos cuadros, que antes rondaban entre el 2% y 3%, y ahora alcanzan al 10% en Australia y al 8% en Reino Unido, con una estimación de más de medio millón de afectados solamente en Italia, por dar algunos ejemplos.

La variación, según un estudio científico estadounidense recién publicado en la revista Journal of Allergy and Clinical Immunology, se ligaría a una verdadera «tormenta perfecta», que combina una mezcla de genética y factores ambientales.

Algunos de ellos son la exposición de la piel a jabones que no son enjuagados, como los de las toallitas para recién nacidos, que debilitan la barrera lipídica de la piel, y factores alergénicos presentes en el polvo y la comida tanto en el ambiente doméstico, como en las manos de los que cuidan a los niños.

«La alergia alimentaria se dispara cuando estos factores se verifican juntos, esta es una receta para el desarrollo de alergias alimentarias», dijo la autora del estudio, Joan Cook-Mills, profesora de Inmunología Alergológica de la Escuela de Medicina Feinberg de la Northwestern University de Chicago.

«Es un importante progreso en nuestra comprensión de cómo la alergia alimentaria comienza pronto en la vida», agregó la científica.

Se trata de un descubrimiento que abriría el camino a la indicación de nuevos hábitos en el cuidado de los niños, como la limitación del uso de toallitas para bebés que dejen residuos de jabón sobre la piel y lavarse siempre las manos antes de manipular al pequeño.

Las causas de la alergia alimentaria, que está en aumento, resultaban hasta ahora un verdadero misterio.

Las alergias alimentarias van en aumento e influencian del 4% al 6% de los niños en Estados Unidos, según cifras oficiales de los Centers for Disease Control and Prevention. El surgimiento de alergias alimentarias aumentó un 18% entre los menores de 18 años de edad desde 1997 a 2007. A la luz de los resultados de este estudio, algunos factores de riesgo pueden ser modificados justamente en el interior de los hogares. Las pruebas clínicas demuestran que hasta el 35% de los niños con alergias alimentarias tienen dermatitis atópicas y gran parte de ellas se deben al menos a tres mutaciones genéticas distintas que reducen la barrera cutánea.

«Los niños están expuestos a los alergénicos ambientales en los polvos de una casa pero a veces también por simples gestos de cuidado o afecto, como el beso de un hermanito que acababa de comer mantequilla de maní», recordó Cook-Mills.

Los problemas de la piel que se verifican con las mutaciones de la barrera cutánea pueden no ser visibles hasta mucho tiempo después que una alergia alimentaria ya comenzó.

En laboratorio una disfunción de la barrera cutánea era necesaria para que la alergia alimentaria se desarrollara en ratones, pero existían un amplio espectro de disfunciones cutáneas de leves a leves con eczemas o dermatitis atópicas, que en su forma más leve pueden simplemente parecer piel reseca.

En Italia los menores de 18 años de edad que sufren de alergias alimentarias se estiman en 570 mil: 270 mil niños desde recién nacidos hasta los cinco años, 180 mil entre 5 y 10 años y 120 mil, entre los 10 y 18 años de edad.

De los 270 mil niños con menos de 5 años que sufren de alergias alimentarias, 5 mil están en riesgo de reacciones alérgicas graves que pueden costarles incluso la vida y una de cada tres reacciones alérgicas graves suceden en la escuela. La alergia alimentaria más frecuente en los niños entre los recién nacidos y hasta los cinco años de edad es la de la leche de vaca, seguida por la de los huevos de aves. (ANSA).