sábado, abril 20, 2024

Opinión

OPINIÓN: Yo mismo me controlo.

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Por Horacio Castelli

Esta es la decisión que tomó Daniel Molina sobre la conformación de la Unidad Fiscalizadora del Frente Costero.

El Frente Costero se ha convertido en un punto de controversia y de problemas más que de solución o avance y parece que el Intendente Molina fogonea los problemas en vez de solucionarlos.

No se da participación a la oposición ni a entidades que nuclean a los profesionales vinculados a la arquitectura, agrimensura e ingeniería lo que no permite ser optimistas sobre el papel de fiscalización y control eficaz de las obras a realizarse.

No hay posibilidad de puntos de vista distintos y eso provoca desconfianza más allá de las virtudes personales o profesionales que ostenten quienes integran esta Unidad Fiscalizadora.

No ponemos en tela de juicio la capacidad, pero no podemos obviar que entre los integrantes de esta Unidad se encuentran quiénes debieron “fiscalizar” las obras del Barrio 6 de Quequén que se hundió al poco tiempo de ser construido y que aún no tiene una solución más allá de los anuncios.

Los integrantes de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos Roberto Taurian y Arnoldo Serrano no han cumplido una tarea fiscalizadora demasiado eficaz sobre las obras realizadas hasta el presente en la actual gestión municipal.

Otro integrante de esta Unidad Fiscalizadora, el Maestro Mayor de Obras Fernando Tripiana, no pudo explicar por qué una de las empresas intentó enterrar en la arena escombros del balneario que estaba demoliendo.

Nadie explica que se hará con el sector público que el municipio no construirá por falta de dinero y que estaba presentado en el proyecto con que se invitó a los empresarios a participar.

Al no tener participación la oposición y entidades profesionales en la Unidad Fiscalizadora cualquier informe que emane de ella tendrá un grado de incredulidad en la comunidad y en los inversionistas que será difícil de ignorar.