Con una clara emoción en su rostro, Robert Prevost, el Papa León XIV, nacido en Estados Unidos y nacionalizado Peruano, se convirtió en el segundo Sumo Pontífice americano
Con marcadas diferencias con Donald Trump, sobre todo en su política migratoria, no olvidó de hablar en español y saludar a sus peligreses del Perú, donde vivió por espacio de 25 años.
Agradeció en varias oportunidades al Papa Francisco, y dejó en claro su preferencia de una Iglesia Pobre para los pobres, marcando su cercanía con el pensamiento de su predecesor.
De padre de ascendencia francesa e italiana y madre de raíces españolas, Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago (Estados Unidos). Se trata, pues, de un Papa relativamente joven. Es el primer Sumo Pontífice agustino desde la Edad Moderna. Ingresó en la Orden de San Agustín en 1977 y emitió sus votos solemnes en 1981. Su formación académica incluye una licenciatura en matemáticas por la Universidad de Villanova, una maestría en teología por Catholic Theological Union de Chicago, y grados canónicos (licenciatura y doctorado) por la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma. Su tesis doctoral versó sobre el papel del prior local en la vida agustiniana, revelando desde temprano su interés por el gobierno eclesial.
Ordenado sacerdote en 1982, su vida pastoral y académica se consolidó en el Perú, donde ejerció como misionero, formador, juez eclesiástico y docente durante más de una década. Su conocimiento profundo de la realidad latinoamericana, especialmente andina, lo convirtió en una figura de puente entre el norte global y el sur eclesial. En 1999 regresó a EEUU como provincial, y poco después fue elegido prior general de los agustinos, cargo que ocupó por dos mandatos hasta 2013.
En 2014, el Papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo, en Perú, y al año siguiente fue consagrado obispo. Su liderazgo pastoral en un país azotado por la inestabilidad política fue valorado especialmente por su papel moderador desde la Conferencia Episcopal Peruana, donde integró el consejo permanente y la vicepresidencia. En su primer discurso ha hablado en español y ha recordado a Chiclayo, donde es conocido como Roberto.
Elevado a prefecto del Dicasterio para los Obispos en 2023 —uno de los cargos más influyentes de la Curia romana— Prevost pasó a ser responsable de la selección episcopal en todo el mundo. Su perfil discreto, su capacidad de escucha y su conocimiento de la vida consagrada y de la realidad eclesial de América Latina lo convirtieron en una figura respetada, aunque poco mediática. Fue nombrado cardenal ese mismo año.
