Por Diario NQ
“Se fue por la puerta de atrás”, sin lograr absolutamente nada positivo para Puerto Quequén, reflexionaba un operador portuario con relación a Jorge “Pampa” Alvaro, quien fue echado por el gobernador por su absoluta ineficacia.
“Estaba peleado con toda la comunidad portuaria. No tenía diálogo con nadie, ni con los organismos de control, ni con aquellos que intervienen en la cadena agroexportadora”, reflexionaron. “Tampoco tenía relación con la Municipalidad y con los diferentes partidos políticos a nivel local o provincial. Puerto Quequén, dejó de integrar el Consejo Portuario Argentino, AAPA y demás organismos portuarios, llevando a la estación portuaria local al ostracismo total” indicaron, “sin tener la posibilidad de mostrar la previsibilidad que tiene ésta estación marítima con relación a los demás puertos” reflexionaban, lamentándose por los tres años perdidos bajo la presidencia de Alvaro.
“No puede irse haciendo una conferencia de prensa usurpando un lugar que ya no le pertenecía, y haciendo una análisis que su gran obra fue colocar una baliza, que para el común de la gente es “como cambiar una lamparita de la casa cuando se quema”, además “Cuando Puerto Quequén, tiene un plan directorio con obras a desarrollar, aggiornandose, a los cambios comerciales mundiales, que obligan a estar siempre preparados de la mejor manera para aumentar la operatividad e incrementar las cargas“
Recuerden, expresaba otro operador portuario que “inventó” lo 100 años de Puerto Quequén, porque estaba odiado con la creación de los Consorcios, que casualmente, él presidía, en una clara demostración de conspiración contra el propio Gobernador Kicillof.
“Me metieron al Frente Renovador en la fiesta” gritaba por los pasillos en esa oportunidad, en relación a los invitados al almuerzo por los festejos. “No quiero a nadie de la Provincia”, vociferaba … y claro: las autoridades provinciales ya le habían quitado su apoyo. Paradójicamente, no vino nadie.
En un intento claro de querer intervenir el Directorio, en dos oportunidades, por no lograr sus objetivos, en un claro mensaje dictatorial a un cuerpo colegiado, no logró siquiera llevar adelante el proceso licitatorio de la concesión de Terminal Quequén, provocando un fuerte repudio de sus empleados y gremios que terminaron movilizados frente a las puertas del Consorcio.
Tampoco le importó continuar con el programa “Puerto/Ciudad”, hasta que la arena de la extensión de la avenida 2 le llegó al cuello.
“Trajo a sus amigos arcaicos con proyectos inviables. Uno quería dedicarse al hidrógeno. Otro una plataforma de camiones en Pieres y el restante, modernizar un edificio en una zona operativa portuaria”, solamente facturaron . Narraba indignado un conocedor del tema.
Ahora, se esperan buenos vientos. Cambios que permitan la inserción nuevamente de Puerto Quequén, en el contexto nacional e internacional. Que comulgue con los sectores involucrados, con operadores y organismo de control, con los gremios y con las inversiones que puedan llegar.
Va a extrañar, decía el operador portuario consultado: “A quien no le gusta vivir frente al mar, que te paguen el alquiler, viáticos, gastos, viajar en avión”, en plena referencia al lugar donde pernoctaba Alvaro.
Por estas horas, se aguarda que finalicen los contratos de la decena de asesores que lo acompañaban. Muchos de ellos de Mendoza, los cuales también se movilizaban por vía aérea.
También, de quien estaba a cargo de la prensa y las relaciones del puerto: Mayte Heras, una empleada provincial residente en City Bell, quien se alquilaba un moderno departamento en Quequén pagado por el Consorcio. A esa ciudad tuvo que recurrir personal portuario en la búsqueda de un auto oficial del puerto, que tenia 2 millones de pesos en multas y que muchas fueron realizadas “por mi hijo, que también lo usaba”, se excusó. El marido de la funcionaria también era asesor del “pampa” Alvaro, que se fue por la puerta de atrás, sólo y sin contar la verdadera historia.