El atentado del domingo en Liverpool, donde la explosión de una bomba en un taxi provocó la muerte de un hombre y lesiones al taxista, fue declarado formalmente como un acto de «terrorismo», mientras que el comité de emergencia Cobra elevó el alerta de este tipo de ataques.
Lo anunció hoy la policía local, que cambió el giro del enfoque de ese atentado tras nuevos datos y acciones.
Hasta el momento, tres hombres de entre 21 y 29 años fueron detenidos por el episodio, mientras que el taxista fue catalogado como «un héroe».
El anuncio estuvo a cargo de Russ Jackson, el jefe de contraterrorismo en el noroeste de Inglaterra, después de que el domingo los investigadores habían evitado en principio señalar el rastro terrorista en el origen del incidente.
Jackson habló de la explosión de un dispositivo «rudimentario» y especificó que el motivo de quienes lo fabricaron «todavía debe comprenderse».
Sin embargo, no descartó que el objetivo pudiera ser una de las conmemoraciones del Día del Recuerdo -aniversario en el que Reino Unido y los países de la Commonwealth recuerdan a los muertos en la guerra- que se desarrollaba el domingo por la mañana no lejos del Hospital de Mujeres de Liverpool, frente al cual ocurrió la explosión, seguida de un incendio en el automóvil.
Según la reconstrucción periodística, la única víctima es el sospechoso del atentado.
En tanto, el taxista David Perry -quien al advertir una maniobra extraña del pasajero detuvo el vehículo, se bajó y bloqueó las puertas para dejarlo encerrado, justo a tiempo antes de la explosión-resultó con heridas leves.
Por su reacción rápida, Perry fue hoy elogiado como un «héroe» tanto en los tabloides locales como por la alcaldesa de Liverpool, Joanne Anderson.
El premier británico, Boris Johnson, y la ministra del Interior, Priti Patel, condenaron el ataque, al que definieron como «horrible» y afirmaron que se informan constantemente sobre los nuevos avances en la investigación.
De ellos surgió el cuarto arresto de las últimas horas, de un hombre de 20 años, que se suma a los tres del domingo, de presuntos cómplices de atacante fallecido, de 29, 26 y 21 años.
Jackson afirmó que los agentes afirmaron conocer la identidad del pasajero del taxi, atacante y única víctima del atentado.
Entre otras cosas, los agentes registraron la noche del domingo, como parte de un operativo realizado por unidades especiales, una casa de la ciudad inglesa donde se cree que pudieron haber sido preparados y almacenados los explosivos.
En un video definido como «impactante» por los medios británicos se puede ver, desde lo que parece ser una toma de una cámara de circuito cerrado, los momentos más destacados del atentado.
La cinta muestra que el vehículo se desvía hacia la entrada del Hospital de Mujeres y luego se detiene a unos metros de la recepción.
A continuación hay una explosión dentro del taxi y una nube de humo blanco se libera desde la cabina mientras los escombros se esparcen.
Algunos testigos corren hacia el automóvil cuando comienza a formarse una nube de humo negro mientras se ve al taxista salir aturdido del coche y huir. Poco después, el vehículo queda envuelto en llamas.
Según las reconstrucciones periodísticas, Perry advirtió las intenciones del pasajero y trabó las puertas para evitar que el atacante saliera del coche e ingresara al hospital.
El comité de emergencia Cobra, convocado hoy en Londres por el primer ministro, elevó el alerta de terrorismo en el Reino Unido tras el atentado en Liverpool.
La amenaza pasó de «sustancial» a ‘»altamente probable», anunció el gobierno del Reino Unido. Se trata de un nivel «severo», el cuarto más alto en una escala de cinco.
La decisión está vinculada a los dos atentados del último mes para los que se señaló una matriz terrorista: el homicidio en octubre en el sur de Inglaterra de David Amess, diputado de la mayoría conservadora en la Cámara de los Comunes, asesinado a puñaladas mientras recibía sus votantes de un joven británico de origen familiar somalí, señalado por las investigaciones como un inconformista inspirado en el yihadismo islámico.
Y ahora, la explosión en un taxi. (ANSA).