Por Antonio Elio Brailovsky
Queridos amigos: A mediados del siglo XIX se descifró un papiro de hace 3.500 años. El documento tenía un tratado médico que mostraba que los antiguos egipcios usaban infusiones hechas de corteza de sauce para tratar diversas clases de dolores. En realidad, la corteza de sauce tenía una larga tradición y su uso era frecuente en la medicina medieval.
El crecimiento de la medicina química entre fines del siglo XIX y principios de XX llevó a intentar diversas formas de sintetizar los principios activos del sauce. El más eficaz resultó ser el desarrollo de Arthur Eichengrün, que llevó al patentamiento de la aspirina. Pero Eichengrün era judío y la Bayer era una empresa proveedora de los nazis, por lo cual el inventor del medicamento más vendido de la historia fue censurado. Se lo atribuyó al ayudante de Eichengrün, llamado Hoffmann, quien era convincentemente ario, mientras el verdadero descubridor de la aspirina fue enviado a un campo de concentración.
No fue la única vez que Bayer modificó la información sobre la aspirina. También hizo lo posible por minimizar lo que se sabe sobre el síndrome de Reye. Se trata de una enfermedad muy poco frecuente pero muy grave y a menudo mortal, que se desencadena en niños que han sido tratados con aspirinas. Ése es el motivo por el cual muchos países prohibieron la aspirina pediátrica.
Sí, me refiero a esas pequeñas tabletas rosadas, que podemos comprar sin receta en cualquier parte y que les hemos dado a nuestros niños tantas veces como un acto de amor, sin saber el riesgo que estaban corriendo.
Son muchos los medicamentos que tienen una historia oculta y que representan riesgos potenciales para los usuarios.
Por supuesto, no se trata de rechazar los avances científicos en bloque sino de hacer circular la información que ha sido omitida. Para eso, las Naciones Unidas han preparado un libro llamado: «Lista Consolidada de Medicamentos Prohibidos o Severamente Restringidos». Se trata de un informe sobre cómo tratan los distintos países a los medicamentos, producto por producto y país por país.
La Lista de Medicamentos Prohibidos
Este libro es una herramienta de trabajo. Vivimos en una sociedad en la que predomina la desinformación. Estamos compartiendo la paradoja de que, rodeados de un aluvión de noticias irrelevantes, se nos ocultan las cuestiones de fondo.
Por una paradoja concomitante, los profesionales nos encontramos entre los grupos menos informados. Y es que nos han enseñado a creer en nuestras fuentes de información. Al mismo tiempo, la nuestra es una sociedad que ha depositado una confianza excesiva en las grandes empresas, confianza que muchas de ellas no se merecen.
El resultado es que la principal fuente de actualización profesional de muchos médicos es la publicidad que hace el mismo laboratorio que vende el medicamento. Jorge Luis Borges ironizaba sobre la publicidad y se preguntaba por qué creerle las bondades de un producto a alguien que tiene interés en venderlo.
Esto es exactamente lo que ocurre con los medicamentos. Los prospectos de muchos preparados medicinales ocultan sus contraindicaciones. Hay laboratorios que siguen vendiendo en el exterior los productos que han sido prohibidos en sus países de origen. Se niega al profesional la información necesaria para hacer el necesario cálculo de beneficio/riesgo.
El resultado es que las intoxicaciones con medicamentos son mucho mayores de lo que podrían ser, no sólo por la automedicación, sino también porque los profesionales trabajan con información incompleta.
Tampoco los Gobiernos ni las asociaciones de los ciudadanos la tienen, lo que limita bastante su accionar. En la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires establecimos “la prohibición del ingreso y la utilización de métodos, productos, servicios o tecnologías no autorizados o prohibidos en su país de producción, de patentamiento o de desarrollo original. La ley establecerá el plazo de reconversión de los que estén actualmente autorizados».
Sólo que ¿cómo enterarse de cuáles medicamentos han sido prohibidos en otros países? Sabemos que hay ciertos productos que se venden solamente en los países del Sur, y hace tiempo han sido desterrados de las farmacias del Norte. Pero, ¿cuáles son?
Las Naciones Unidas han efectuado este excelente trabajo que compara la situación legal de cada preparado medicinal en los diferentes países. Es, como dijimos, una herramienta de trabajo para profesionales y para las autoridades. Por eso, debería ser fácilmente accesible, estar en la página web de todos los Ministerios de Salud del mundo y emplearse diariamente en todas las Facultades de Medicina del mundo. Sin embargo, por la presión de ciertos intereses creados, es muy difícil de encontrar y pocas personas conocen su existencia.
Por eso nuestra intención de divulgarlo y ponerlo al alcance de quienes puedan utilizarlo. Ponemos a disposición de ustedes el mismo texto de Naciones Unidas, con la única modificación de un comentario intercalado al principio, que, como ocupa dos páginas, es necesario corregir en dos páginas la ubicación de cada producto según el índice.
No se trata de alarmar a nadie sino de ofrecer elementos de juicio para que profesionales y administradores de políticas de salud puedan orientar mejor sus decisiones.
La obra de arte que acompaña esta entrega es:
- «El niño enfermo», del venezolano Arturo Michelena. El cuadro muestra la confianza de la madre y el niño en los conocimientos del profesional del arte de curar. La mejor manera de mantener esa confianza es que el profesional pueda tener la parte de información que los interses creados hoy le niegan.
Un gran abrazo a todos.