A 205 días de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio, Japón decidió frenar el ingreso al país de los atletas que se preparan para la cita por el temor que genera la nueva cepa de Covid.
El gobierno nipón, que ya había establecido nuevas restricciones el 11 de diciembre, decidió suspender el programa que garantizaba la agilización de los trámites para entrar al país a atletas y equipos.
Muchos de ellos tenían previsto realizar un período de adaptación previo a la justa en suelo japonés, pero la nueva variante del virus detectada en Gran Bretaña atentan contra esos planes.
El gobierno japonés notificó su decisión al Comité Olímpico Internacional (COI) y a las federaciones de las disciplinas deportivas que participarán de los Juegos.
Se prevé que esta medida se extienda hasta el 31 de enero con la esperanza de que la vacunación global que ya comenzó permita aplanar la curva de contagios.
Los temores persisten en Japón a pesar de que algunos funcionarios pretendan disimularlos como el ministro a cargo de los Juegos, Seiko Hashimoto, quien habría cenado junto a cinco personas en un restaurante de sushi el 17 de diciembre.
Un hecho que hubiese pasado desapercibido de no ser porque el sitio surcoreano The Dong-A Ilbo informó que Hashimoto no respetó la distancia social impuestas por su propio gobierno para evitar contagios.
No fue el único, pues hasta al primer ministro, Yoshihide Suga, había hecho lo propio dos días antes en compañía de otras ocho personas, algo por lo que se disculpó públicamente, pese a lo cual su índice de popularidad cayó un 16 por ciento. (ANSA).