La Organización Mundial de la Salud declara al continente africano exento de poliomielitis salvaje después de que Nigeria, el único país donde resistía la enfermedad, lleve cuatro años sin registrar casos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado oficialmente este martes a África “libre de poliovirus salvaje”, un hito histórico en la lucha contra la poliomielitis que se produce cuatro años después de los últimos casos en el noreste de Nigeria.
La batalla contra la erradicación de esta enfermedad en el mundo comenzó hace nada menos que 30 años atrás y está en el camino de conseguirse pues solo quedan dos países con casos, Afganistán y Pakistán.
De lograrse sería la segunda enfermedad humana erradicada en el mundo, tras la viruela en 1979.
Una impresionante combinación de esfuerzos públicos y privados y campañas masivas de vacunación, muchas veces en zonas de alto riesgo por la presencia de grupos terroristas, ha logrado la erradicación de África de una de sus lacras, que ha afectado a millones de niños en las últimas décadas.
En 1988 había 350.000 casos en el mundo mientras que en 2013 se produjeron 416 contagios.
El último país africano en sufrir casos de polio salvaje, es decir, que se produce a través de transmisión comunitaria frente a la que procede de la propia vacunación, ha sido Nigeria, que contaba con seis casos en 2014. Desde 2016 esa cifra ha sido cero.
«Gracias a los esfuerzos desplegados por los Gobiernos, el personal sanitario y las comunidades, se salvaron más de 1,8 millones de niños», ha asegurado la OMS en un comunicado.
Esta enfermedad afecta sobre todo a los menores de cinco años porque el virus se aprovecha de la debilidad de su sistema inmunitario.
El contagio se produce de persona a persona, sobre todo a través de las heces, y guarda una estrecha relación con las malas condiciones higiénicas y de saneamiento del entorno en el que viven.
El virus ataca a la médula espinal y provoca parálisis parcial irreversible, sobre todo en las extremidades inferiores.
“Es una victoria formidable, un alivio”, ha asegurado a France Press el doctor Tunjui Funshuo, miembro del comité de lucha contra la polio en Nigeria de la asociación Rotary International.
“Hace más de 30 años que lanzamos este desafío, ¡decir que estoy feliz es un eufemismo!”.
La iniciativa para la erradicación de la polio ha costado unos 19.000 millones de dólares (unos 16.000 millones de euros) en tres décadas y continuará hasta que se acabe con ella en todo el mundo.
Pakistán declaró 58 casos este año y Afganistán 29, los dos últimos focos de resistencia.
Las campañas de vacunación han tenido que hacer frente a la existencia de numerosos rumores y desconfianza por parte de la población.
Líderes religiosos y sociales de las comunidades de estos países y del norte de Nigeria llegaron a asegurar que la inmunización era parte de un plan global de esterilización de los musulmanes, lo que provocó que numerosas familias llegaran incluso a esconder a sus hijos para evitar que fueran vacunados.
Los voluntarios y agentes sociales que recorrían los pueblos tuvieron que hacer frente incluso a la violencia de los grupos extremistas.
De hecho, el inicio de la sublevación de Boko Haram en 2009 supuso un serio revés en el combate contra la polio porque muchos niños quedaron totalmente inaccesibles a la vacunación.
Una veintena de enfermeros y agentes de salud fallecieron víctimas de la violencia radical en los últimos años.
Fue precisamente en Borno, epicentro de la violencia yihadista, donde se registraron los últimos casos de polio salvaje en 2016.
En 1988, la OMS contabilizaba 350.000 casos en todo el mundo, y más de 70.000 ocho años después solo en África
El director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha mostrado su satisfacción durante el acto de declaración oficial celebrado este martes en Brazzaville (República del Congo) en el que ha participado mediante videoconferencia.
“Hoy es un día de celebración y esperanza. Podemos felicitarnos de este éxito que es el fruto de la determinación y que solo ha sido posible por el poder de la colaboración y la solidaridad”.
El máximo responsable del organismo sanitario mundial ha puesto el acento en un esfuerzo que ha llevado nada menos que nueve mil millones de vacunas a África desde 1996 y ha remarcado la utilidad de la experiencia en la lucha contra la polio frente a otras epidemias.
“Este despliegue ha servido para combatir el ébola y está siendo clave para enfrentarse a la covid-19”.
La polio salvaje es aquella que procede del entorno y se diferencia de la polio de origen vacunal, que procede del virus atenuado que se inocula a la población y que en casos muy extremos de escaso saneamiento y subinmunización puede producir la enfermedad.
Por eso, Ghebreyesus ha recordado que aún queda trabajo.
“Celebramos el final de la polio salvaje, pero tenemos a 16 países con brotes de polio procedente de la vacuna.
Esto es una amenaza, tenemos que terminar el trabajo, movilizar fondos, fortalecer sistemas de salud, entrenar agentes de salud y trabajar con las comunidades.
Esta lucha cuesta dinero pero se trata de una inversión en un futuro más productivo. Como dijo Nelson Mandela, con determinación todo es posible”, ha manifestado.
El director general de la OMS ha agradecido a todos los financiadores y colaboradores de la Iniciativa para la Erradicación de la Polio, como el Club Rotario, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), la Fundación Bill y Melinda Gates, la Alianza Mundial por la Vacunación (GAVI) y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).
“Desde ahora, las futuras generaciones de niños africanos podrán vivir libres de polio salvaje”, se ha felicitado por su parte la directora regional para África de la OMS, la doctora Matshidiso Moeti, también mediante videoconferencia.
“Para mí este es un increíble y emotivo día”, ha añadido, “uno de los grandes honores de mi vida.
Este es un ejemplo de lo que podemos conseguir con la solidaridad internacional, una prueba de que las vacunas funcionan.
Es un orgullo para África”. Asimismo, la doctora camerunesa Rose Leke, responsable de la comisión de certificación de la erradicación de la polio en África ha destacado el imprescindible trabajo de voluntarios y agentes comunitarios.
Esta enfermedad era un azote en todo el mundo hasta que se descubrió una vacuna allá por los años cincuenta del siglo pasado.
A partir de ahí la inmunización fue ganando terreno rápidamente en el norte mientras que Asia y África mantuvieron durante décadas focos infecciosos.
La erradicación de la polio en Nigeria es un significativo paso adelante aunque unos 30.000 niños siguen estando en peligro por vivir en zonas de difícil acceso debido a la violencia terrorista.
Esta cifra se considera demasiado baja como para provocar una transmisión epidémica, según los expertos. La vigilancia seguirá activa.