martes, diciembre 24, 2024

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NECOCHEA: Condenan a empresarios rurales por evasión impositiva

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El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata halló culpables a cinco hombres de integrar una asociación ilícita fiscal con el fin de no pagar impuestos a la AFIP y los condenó con penas que van desde los 3 años y 6 meses a los 5 años.

El Tribunal Oran en lo Criminal Federal de Mar del Plata condenó a cinco empresarios rurales por encontrarlos culpables de haber creado una asociación ilícita para evadir impuestos a la AFIP.

En un juicio abreviado, el juez Roberto Falcone resolvió condenar a William Adolfo Torena de León y Daniel Eugenio Fernández Arreche, en calidad de jefes y organizadores de una asociación ilícita fiscal, a penas de 5 años de prisión; y a Fernando Raúl Luiz, Ramón Ortiz y Nicolás Christian Hansen, en calidad de miembros de la organización, a penas de 3 años y 6 meses de prisión. Todas de cumplimiento efectivo.

La causa se inició a partir de las tareas de fiscalización desarrolladas por la AFIP sobre un conjunto de sociedades dedicadas a la comercialización de cereales en Necochea y alrededores. Según quedó demostrado durante el juicio, William Adolfo Torena de León, Daniel Eugenio Fernández Arreche, Fernando Raúl Luiz, Ramón Ortiz y Nicolás Christian Hansen, en su calidad de socios, directores, representantes y apoderados de las firmas “Ismael Rodríguez S.A.” y “Agrocereales del Sur S.A.” formaron parte de una organización destinada a cometer con habitualidad ilícitos tributarios durante los años 2008 y 2009.

Esas empresas actuaban como intermediarias de productores de cereal que permanecen ocultos al Fisco Nacional, permitiéndoles evadir los correspondientes tributos.

El juez Roberto Falcone.

El juez Roberto Falcone.

Para ello se valieron de proveedores apócrifos, librando cheques a favor de los mismos que posteriormente eran cobrados por algunos de los miembros de la organización o depositados en cuentas de las que ellos eran titulares.
Además, utilizaban cartas de porte adulteradas a fin de respaldar el traslado de cereal que no se produjo en esas circunstancias, ocultando así las verdaderas operaciones comerciales.

A los efectos de desarrollar la maniobra descripta, los imputados emplearon principalmente dos sociedades dedicadas al acopio de cereal, estas son “Ismael Rodríguez S.A.” y “Agrocereales del Sur S.A.”. A través de dichas firmas adquirían cereal “en negro”, es decir en transacciones sin documentar o declarar, a productores agropecuarios de su zona de influencia y lo vendían posteriormente a firmas exportadoras.

Las operaciones reales de adquisición del producto eran enmascaradas con operaciones simuladas a proveedores apócrifos, y éstas abonadas con cheques que en definitiva eran percibidos por miembros de la propia organización.

Asimismo, para respaldar dichas adquisiciones confeccionaban cartas de porte adulteradas, mediante las cuales se pretendía documentar el transporte del cereal, desde las instalaciones del supuesto productor hasta la planta de silos gestionada por el acopiador o directamente al puerto.

Los imputados “se han valido de un complejo andamiaje societario, documental, contable y bancario, puesto al servicio de la simulación con un único propósito, cual es burlar los mecanismos de transparencia y exteriorización de los datos fiscales relevantes, necesarios para la correcta recaudación y percepción de los tributos a cargo de la AFIP, generando de este modo un grave peligro para la Hacienda Pública”, consideró en la sentencia el juez Falcone.

Dicha organización, inserta en la cadena de comercialización de granos, ha intermediado entre productores reales de cereal que se mantienen en la informalidad fiscal, a quienes adquiría sus productos sin documentar ni declarar, y las firmas exportadoras, a quienes colocaba dicha producción.

De tal manera, utilizando sociedades apócrifas y registrando operaciones simuladas, logró tender un manto de opacidad fiscal que impidió al ente recaudador identificar las genuinas operaciones comerciales de adquisición de granos y a sus verdaderos productores (obligados tributarios), permitiéndoles así no declarar ni ingresar los impuestos a su cargo.

Atento lo expuesto, se encuentra acreditado que dicha organización se hallaba habitualmente destinada a la comisión de delitos. Ello se evidencia en su completa adaptación a la realización de múltiples e indeterminados hechos de evasión tributaria, lo cual se materializó en la reiteración de operaciones comerciales simuladas durante los años 2008 y 2009.

FUENTE: La Capital de Mar del Plata