El puente que se desplomó este martes en Italia provocando la muerte de una treintena de personas es una construcción de los años 60, que se ha debilitado con el tráfico de camiones pesados y generado polémicas por su costoso mantenimiento.
Inaugurado en 1967, hace 51 años, el puente comenzó a ser controlado tan solo 20 años después por problemas estructurales, lo que dividió al mundo de la ingeniería.
«Representa el fracaso de la ingeniería», aseguró el ingeniero Antonio Brencichun, profesor de la Universidad de Génova, quien había propuesto su demolición por haber sido «mal construido, con serios problemas de desnivel».
Proyectado por el ingeniero italiano Riccardo Morandi (1902-1989), autor entre otros del puente «General Urdaneta» sobre el lago de Maracaibo, en Venezuela, entre los más largos del mundo y que se hundió pocos años después tras el choque de un barco petrolero, su mantenimiento era considerado excesivo.
Su derrumbe provocó además el desplome de las acciones del grupo italiano Atlantia, filial de Autostrade, que gestiona las autopistas en Italia.
Cruzado por unos 25 millones de automóviles al año, el puente Morandi tenía una longitud de 1.182 metros, una altura desde la autopista de 45 metros y contaba con 3 pilones de hormigón armado que alcanzaban los 90 metros de altura.
Construido con una estructura mixta de hormigón armado y concreto, el puente fue inaugurado el 4 de septiembre de 1967 en presencia del presidente de la República, Giuseppe Saragat.
Desde su construcción, el puente generó controversias.
Según la página web «ingegneri.info» ese tipo de infraestructuras debería tener una vida de al menos 100 años.
«60 años no son nada para un puente así», sostienen los expertos, que recuerdan las numerosas obras de remodelación a las que ha tenido que ser sometido contra las grietas y la degradación del hormigón.
A principios de los años 2000, los cables de suspensión realizados en los años 1980 y 1990 fueron sustituidos.
«Es que hace 50 años se creía que el hormigón armado era eterno. En cambio dura sólo unas pocas décadas», explicó a la prensa Diego Zoppi, ex presidente de la orden de arquitectos de Génova.
«Las vibraciones producidas por el tráfico de camiones ultrapesados provocaron también microfisuras al cemento», lamenta la periodista Milena Gabanelli, quien denunció el crecimiento descontrolado del tráfico de mercancía con camiones en Europa.
Las infraestructuras construidas en Italia en los años 50 y 60 durante el crecimiento económico se han envejecido y no han sido adecuadas.
La empresa de autopistas había lanzado recientemente una licitación por 20 millones de euros para intervenciones en el puente Morandi, según recuerda la agencia de noticias económicas Radiocor.
Esa licitación preveía un refuerzo de los cables de suspensión, incluido el número 9, el que colapsó este martes, mientras se realizaban justamente obras de mantenimiento con ocasión del tráfico de agosto por las vacaciones de verano en Europa.