Una fórmula oral de insulina, que podría sustituir a las inyecciones en el futuro, fueron creadas por un equipo de científicos de la Universidad de Harvard.
«Los experimentos clínicos con la insulina para tomar por boca podrían comenzar en el curso de los próximos 3 ó 5 años», sostuvo quien lideró las investigaciones, Samir Mitragotri, en diálogo con ANSA.
La insulina es utilizada para regular los niveles de glucemia (azúcar en sangre) en los diabéticos, quienes hasta el momento se ven obligados a inyectarse cuando el estadio de la enfermedad lo requiere. Los resultados del estudio de Harvard indican que el producto, en forma de tabletas, demostró ser hasta el momento estable tanto a temperatura ambiente como en el frío. Además, en experimentos realizados en ratones sanos la dosis de insulina oral reduce significativamente la glucemia en el período de 12 horas, hasta en un 45%.
«El abordaje es muy interesante pero todavía estamos lejos de la posible utilización en el hombre», explicó, por su parte, Lorenzo Piemonti, director del Instituto de Investigación de Diabetes de la Universidad Vida-Salud San Rafael de Milán. En el pasado, explicó por su parte Mitragotri, fueron varios los intentos de llegar a una fórmula oral de la insulina: el problema que no podía resolverse era la baja biodisponibilidad de la hormona así formulada. En la mayor parte de los casos la insulina en fórmula oral era destruida en el tracto digestivo, por lo que no lograba ingresar al torrente sanguíneo.
«Nuestra tecnología -explicó Mitragotri- responde a este problema porque mejora de modo significativo la biodisponibilidad de la insulina ingerida por boca. Eso facilita su aplicación en el ámbito clínico». El próximo paso, explicó, «será probarla en un animal más similar al hombre y si los resultados son positivos se podrán iniciar los estudios clínicos». «La ingesta oral de insulina tendría muchas ventajas respecto de las inyecciones», subrayó Mitragotri, ya que al tratarse de una modalidad no invasiva permitiría la conformidad de los pacientes al tratamiento.
Además, la suministración oral permitiría imitar la vía fisiológica de secreción de la insulina en el cuerpo humano. Se trata de un «resultado interesante», explicó el experto de la Sociedad Italiana de Diabetología, aunque apuntó que «existen todavía muchos obstáculos».
«Entre estos, seguramente es muy relevante hallar el modo de actuar de la barrera intestinal, que normalmente impide el pasaje de la insulina desde el intestino al torrente sanguíneo», explicó, aspecto que el trabajo estadounidense parece haber resuelto, al menos en parte. Sin embargo, agregó Piemonti, «esta insulina probada por ahora solo en ratas, requirió dosis cinco veces superiores a las de suministro subcutáneo».
«Además, no hay datos sobre animales metabólicamente más semejantes al hombre y, lo más importante, sobre modelos de diabetes», subrayó. Por otra parte, agregó, están los límites más generales del abordaje, las problemáticas de seguridad y la variabilidad de la absorción del fármaco. «En perspectiva -concluyó Piemonti-, es plausible que un eventual suministro oral de insulina pueda integrar antes que reemplazar el subcutáneo, tal vez sea útil para algunos subgrupos de pacientes». (ANSA).