La actividad en esta red social se ha convertido en un parámetro para comprender el mundo en el que vivimos; lo adoptan compañías privadas, investigaciones de liviano carácter e incluso estudios con respaldo académico. Desde el reciente método aplicado por Nielsen para establecer mediciones de audiencia televisiva en base a tuits; pasando por un mapa que exhibe cuáles son los sistemas operativos móviles más populares según los gorjeos; hasta un proyecto que computa índices de felicidad mundial apoyándose en los movimientos del pájaro azul.
“El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son, de las que no son en cuanto que no son”. Citado por Diógenes Laercio, Platón y Aristóteles, se trata del más célebre principio filosófico de Protágoras, un pensador griego nacido hacia el año 485 antes de Cristo, respetado por el padre de esta disciplina, Sócrates, a causa de la profundidad de sus reflexiones y su poder de oratoria. Sin ingresar en el exhaustivo análisis de esta sentencia, en términos genéricos hace explícito el poder de la subjetividad: la mirada del hombre (y de los hombres como conjunto) frente al mundo circundante.
¿A cuenta de qué aparece Protágoras en este repaso? Apoyándonos en el citado principio filosófico es posible derivar hacia una nueva reflexión: que las herramientas utilizadas por el hombre son, también, una forma valedera de medir el mundo. En tal sentido, los ánimos estadísticos enfocan el prisma en los hábitos más frecuentes del hombre contemporáneo, en estrecho vinculados al mundo tecnológico: la navegación web, la televisión, el uso de dispositivos móviles e, ineludible, la actividad registrada en las redes sociales más populares. Todas son formas posibles de echar una mirada sobre la realidad.
Un asterisco antes de comenzar
Así como una llave inglesa explica especularmente la forma de una tuerca, las redes sociales, por su popularidad, podrían reflejar la realidad de los hombres y mujeres de este mundo. Ahora bien, ni Facebook ni Twitter alcanzan a representar el mundo en su totalidad. Mientras en el mundo hay 7,1 mil millones de habitantes, la red social del pájaro azul cuenta con 218 millones de usuarios activos, según los documentos que la firma presentó a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. Una simple regla de tres arroja el siguiente dato: sólo el 3 por ciento de la población mundial participa activamente en Twitter. En vistas de su volumen de usuarios, Facebook podría ser un espejo más fiel de la humanidad en el siglo XXI, con sus 1.150 millones de miembros.
No obstante, proliferan numerosos estudios que proponen estudiar la actualidad del hombre en base a los movimientos registrados en Twitter. Desde mediciones de audiencia televisiva, hasta la mismísima felicidad. “La nación Twitter de más de 200 millones es una fuerza poderosa e influyente a la que se debe prestar atención”, dijo Jeff Charney, director general de marketing de Progressive, una firma aseguradora, en ocasión de la proyección de esta red social hacia la Bolsa de Valores.
¿Hacia dónde vuelan los pajaritos?
Un primer ejemplo aparece por dentro de los márgenes de Twitter. The geography of tweets propone lo siguiente: si cada tuit fuera una pincelada geolocalizada, ¿cómo estaría pintado el mundo? Los mapas que aparecen aquí no se corresponden con los tradicionales parámetros cartográficos, sino con la densidad de publicaciones en esta red. En esta página de Flick es posible acceder a más mapas del mundo.
Trasvasando las fronteras de la red, tras un acuerdo de colaboración entre Nielsen y Twitter celebrado hacia finales de 2012, en octubre del año en curso en Estados Unidos se puso en marcha un novedoso sistema para medir la audiencia televisiva en aquel país, donde esta red cuenta con más de 49 millones de miembros: Nielsen TV Twitter Rating. Con base en los comentarios que se publican en la red de microblogging en torno a programas y series, esta firma especializada en información y medios a nivel global entregará informes mensuales dando cuenta de los contenidos televisivos más populares entre los usuarios de Twitter. Según explicó la agencia de noticias Europa Press, estos datos suponen “una fuente de información muy útil para los índices de audiencia pero también como herramienta de feedback al saber la opinión de los espectadores sobre el contenido emitido”.
Andre Somosi, ejecutivo de una compañía afiliada a Nielsen, sostuvo al respecto: “Creemos que este va a ser un momento de construcción de la credibilidad para la industria” y añadió que este tipo de medición es solamente “la punta del iceberg de Twitter, pues el iceberg entero es el conjunto de personas que leen esos tuits”. Por ejemplo, cuando la cadena AMC transmitió el episodio final de la serie Breaking Bad el último fin de semana de septiembre, aparecieron 1,2 millones de tuits relacionados potenciados por la viralidad: aquel contenido que llegó a más de 9,3 millones de internautas.
En esta nota publicada en The Wall Street Journal se reflejan las diferencias entre la novedosa métrica y el sistema de medición tradicional: algunas de las series con más rating en la TV estadounidense como The Big Bang Theory y NCIS no figuran en el top ten de los más mencionados en Twitter. En el sitio Fayerwayer dicen al respecto: “La información puede resultar de utilidad para las compañías que buscan hacer publicidad. Si el objetivo es generar algún impacto en las redes sociales, optar por poner un aviso en The Big Bang Theory no sería una buena idea. Por el contrario, los shows que tienen mayor resonancia -con tuits que llegan a un mayor número de personas- serían la alternativa práctica”.
Más allá de la tele
El acuerdo entre Nielsen y Twitter es botón de muestra e impulso para la tendencia de hacer uso de esta red social como cinta métrica en la cintura de la humanidad. Los gorjeos también aparecen como medida para determinar los niveles de felicidad en el mundo. Investigadores de la Universidad de Cornell, en Nueva York, emprendieron un estudio basado en más de 500 millones de tuits publicados por 2,4 millones de usuarios en más de ochenta países, entre 2008 y 2010, haciendo uso de un software capaz de filtrar los mensajes relacionados al estado de ánimo. Las conclusiones: el usuario promedio se despierta de buen humor, se desanima a medida que transcurren las horas del día y vuelve a animarse hacia la medianoche. Respecto a esta metodología, Michael Macy, uno de los sociólogos involucrados en la investigación publicada en la revista Science, sostuvo que Twitter representa “una oportunidad nueva para realizar ciencia social y de comportamiento, de maneras que eran realmente inimaginables hace cinco años”. Sin embargo, el informe se suma a las filas de nuestro anterior asterisco, indicando que los datos deben ser tomados con las precauciones del caso, en vistas de que no todo el mundo accede a Twitter y que, consecuentemente, las muestras sufren el inevitable mal de la relatividad. El estudio completo puede ser consultado en este enlace.
Gartner e IDC, dos de las consultoras de mercado más citadas, tienen sus modos particulares de medir la penetración de diversos productos. Enfocando el prisma en el segmento de los sistemas operativos móviles, ambas coinciden en que Android lidera con cerca del 80 por ciento de la cuota, con iOS apareciendo en el segundo escalafón. En este terreno aparece una metodología alternativa para pintar la escena: Mapbox, una plataforma especializada en mixturar herramientas web y cartografía, comparte en este enlace un proyecto denominado Mobile Devices + Twitter use. Se trata de un modo innovador de acercarse a la actualidad de este segmento: Mapbox pone frente a nuestros ojos un mapa en el cual cada color representa un sistema operativo móvil: verde para Android, rojo para iOS, violeta para BlackBerry. De este modo, es posible recorrer cada rincón del mundo para conocer la penetración de cada soft en los diferentes mercados.
Para colorear el mapamundi, este sistema toma sustento en los movimientos registrados en Twitter. Los responsables del proyecto indican que han analizado la procedencia de 280 millones de tuits publicados, obviamente, desde móviles. De este modo, quien tuiteó desde un iPhone aporta su granito de arena rojo, uno verde quien lo hizo desde un androide.
Un dato accesorio: al echar una mirada sobre este mapa, resulta interesante advertir la popularidad de equipos BlackBerry en los centros urbanos de la Argentina, plazas donde predomina el correspondiente color violeta. Todo ello en el marco de una brutal caída por parte de la ex RIM, inmersa en un presente para nada auspicioso.
Retomando el tema que nos convoca y avanzando hacia el epílogo de este repaso; ¿Twitter resulta un parámetro sobrevalorado teniendo en cuenta que, tal como hemos indicado, engloba sólo un 3 por ciento de la población mundial? Acaso, esta llave deba establecer algunas salvedades para su cerradura y comprender que sólo puede obrar sobre aquellas que le corresponden.
Uriel Bederman
Uriel Bederman es redactor especializado en el sector tecnológico. Colaboró en la fundación del sitio de periodismo ciudadano patrocinado por el diario La Nación, Igooh.com. Entre otras, formó parte de revistas como Lugares, So Now! y RedUsers. Actualmente se desempeña como editor en TendenciasMag.com y es corrector de textos literarios.