La principal asociación de emprendedores de Italia, Confesercenti, afirmó hoy que en seis meses, los precios queman 12,1 mil millones de ingresos de los italianos y que el poder adquisitivo de la población, debido a la inflación, descendió un promedio de 470 euros por familia.
La avalancha de productos energéticos continúa empujando los precios y erosionando el poder adquisitivo de los italianos que empiezan a perder, solo en la segunda mitad de 2022, unos 12.100 millones de poder adquisitivo, unos 470 euros menos por familia en apenas seis meses en promedio.
Un estudio de la oficina económica de Confesercenti sostiene que el empeoramiento se debe, en primer lugar, a las subidas de los precios de la energía, que se verán descargadas en las facturas de otoño, llevando al incremento de precios a los niveles más altos del año: la inflación media de los próximos tres meses se situará en menos 9, 1%. Y esto repercutirá en el consumo y el ahorro.
La tasa de inflación -según la estimación de Confesercenti- subirá de promedio en los próximos tres meses en más de medio punto, más que la ya alta cifra del período estival (+8,4%) y tres puntos más en comparación con el período primaveral.
Desde luego, esto repercutirá en el ahorro y el consumo.
Para contrarrestar la subida prolongada de los precios, los hogares han utilizado hasta ahora sus ahorros, que ya descendieron 2,3 puntos como porcentaje del PIB en el trimestre de primavera. Pero los márgenes disponibles para los consumidores ahora se reducen a un parpadeo.
La evolución del empleo, con el dato de agosto está mostrando ya un descenso de 110 mil unidades respecto al final de la primavera, no permite prever ningún aumento de la renta disponible, y la suba de los tipos de interés limita las posibilidades vinculadas al crédito.
Si bien la tendencia a utilizar la liquidez acumulada en los últimos años se iban a mantener, por lo que en la segunda mitad de este año los italianos no pudieron poner en el plato más de 8.900 millones de ahorro.
Una cantidad insuficiente para compensar la caída del poder adquisitivo, con una pérdida de consumo de peso muerto estimada en más de 3.000 millones de euros para el último trimestre del año. (ANSA).