Las autoridades ecuatorianas trabajan para tratar de limitar los graves daños ambientales causados ;;por la ruptura el pasado viernes de un tramo del Oleoducto de Crudos Pesados ;;(Ocp) en San Luis, en el sector Piedra Fina de la provincia amazónica de Napo.
Por su parte, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) denunció -informó el portal del diario El Comercio- que una abundante cantidad de crudo se dispersó en la naturaleza, mientras que las mareas negras llegaron a los afluentes del río Coca, dañando el abastecimiento de agua de la comunidad indígena Kichwa de Panduyaku, en Sucumbíos, y de los habitantes del municipio de Sardinas, en Orellana.
Luis Salazar, presidente del Gad Parroquial de Gonzalo Díaz de Pineda, del cantón El Chaco, en Napo, confirmó que el crudo llegó al río Coca y avanza a Sucumbíos.
La empresa privada propietaria del oleoducto, que ya había sufrido daños en la primera quincena de diciembre, indicó que las fuertes lluvias que cayeron en la zona provocaron el hundimiento del suelo atravesado por el oleoducto y la caída de rocas que lo dañaron.
El Ministerio de Energía de Ecuador anunció que se activó un comité de crisis, encabezado por el ministro Juan Carlos Bermeo, quien está a cargo del seguimiento de la emergencia, coordinando la contención y descontaminación del medio ambiente afectado.
A diferencia de lo ocurrido en diciembre cuando invocó la cláusula de «fuerza mayor» de salvaguarda por incumplimiento de suministros de crudo a los clientes extranjeros por daños, no solo al OCP, sino también al oleoducto público SOTE, esta vez el gobierno aseguró que las entregas de petróleo continuarán regularmente. (ANSA).