La Casa Blanca observa con preocupación el potencial resurgimiento de la red terrorista Al Qaeda en Afganistán, país donde las tropas estadounidenses iniciaron la retirada, pero en donde arrecia una ofensiva feroz de los talibanes.
Con los talibanes avanzando y conquistando ciudades en Afganistán, a los funcionarios de defensa de Estados Unidos les preocupa que una toma de control del país asiático por parte de los talibanes permita que Al Qaeda se reconstruya y se consolide.
De esta manera se podrían generar preocupaciones de seguridad fuera de las fronteras afganas. Casi 20 años después de que planearon los ataques del 11 de septiembre desde Afganistán, Al Qaeda tiene una presencia disminuida en el país, que los altos funcionarios estadounidenses estiman en solo 200 a 300 miembros.
Sin embargo, la red terrorista ha ido creciendo lentamente y avanzando en territorio afgano. «Realmente no son un contingente muy grande o lo que consideraríamos un contingente capaz», dijo uno de los funcionarios de la Casa Blanca, que pidió ser mantenido en el anonimato.
Pero el vacío de seguridad dejado por la retirada de las fuerzas militares estadounidenses podría crear una oportunidad para que Al Qaeda y otros grupos terroristas se reorganicen, sostuvo la fuente.
Si los talibanes se apoderan del gobierno de Kabul, es probable que la inteligencia sobre la red terrorista sea aún más escasa de lo que es hasta ahora.
Y aunque Estados Unidos aún mantendrá la autoridad para atacar objetivos de Al Qaeda en Afganistán, la falta de una presencia sólida en el terreno obstaculizará la capacidad de identificar objetivos potenciales, alegó el alto funcionario del Departamento de Defensa.
En una entrevista el mes pasado después de asumir el cargo de jefe de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, el general de infantería de marina Frank McKenzie dijo que Al Qaeda sigue siendo un foco principal de las fuerzas armadas estadounidenses en la región.
«Estamos aquí para evitar que Al Qaeda e ISIS puedan reconstituirse en los espacios no gobernados, generalmente del este de Afganistán, y poder planear ataques contra nuestra patria», dijo McKenzie en la capital, Kabul. «Esa amenaza todavía está aquí hoy».
Fuentes militares estiman que es difícil que Al Qaeda se reorganice rápidamente. Además, las fuentes militares creen que, aunque la ideología de Al Qaeda enfatiza los ataques contra el mundo occidental, esa no es la estrategia actual de sus combatientes en Afganistán.
Los funcionarios enfatizaron que es poco probable que Al Qaeda en Afganistán tenga la capacidad de llevar a cabo un ataque en suelo extranjero contra Estados Unidos u otro país occidental en el corto plazo.
El grupo terrorista se ha visto gravemente obstaculizado durante dos décadas de ataques aéreos y presión antiterrorista.
Los principales líderes y planificadores operativos de Al Qaeda y muchos combatientes han muerto o han huido del país.
Osama bin Laden, el fundador del grupo, que planeó los ataques del 11 de septiembre, fue abatido por marines estadounidenses en Pakistán en 2011.
Se cree que el actual líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahri, está vivo pero enfermo, según un informe del Consejo de Seguridad de la ONU publicado el mes pasado. (ANSA).