El astro argentino Lionel Messi se despidió llorando del Barcelona y dijo que «estaba convencido de que iba a seguir» en el club catalán, al cual, aseguró, espera regresar un día.
El argentino se presentó en la rueda de prensa en el Camp Nou compungido, sin poder parar de llorar, con la cabeza agachada sobre un pañuelo, hasta que arrancó a hablar.
«Es muy difícil para mí después de tantos años, de hacer toda mi vida acá, no estaba preparado», arrancó ante una sala colmada de periodistas, ante quienes confesó sentir «mucha tristeza porque me tengo que ir del club al que amo».
«Este año estaba convencido de que íbamos a seguir acá mi familia y yo, que era lo que más queríamos. El año pasado, cuando se armó todo aquello del burofax, sí estaba preparado, pero este año no», indicó Messi.
El año pasado «no quería quedarme y lo dije. Este año sí quería quedarme y no se pudo», insistió sobre el mensaje que envió al club, cuyo presidente de entonces, Josep María Bartomeu, rechazó esa opción aclarando que Messi sólo podría partir la temporada pasada si llevaba a juicio al Barcelona, alternativa desechada por el astro.
El momento de saber que tenía que dejar el Barcelona «fue un baldazo de agua fría, fue muy triste, duro, hasta hoy que estamos asimilándolo como podemos. Cuando me vaya va a ser peor todavía».
Reconoció además que éste es el momento más duro de su carrera: «Esto ya no duele, es el final en el club. Es lo más duro, sí», tras lo cual reiteró que el año pasado «no quería quedarme y lo dije. Este año sí quería quedarme y no se pudo», lamentó.
Sobre los motivos de su marcha, se remitió a lo dicho por el presidente del club, Joan Laporta: «El club tiene una deuda muy grande, no quiere endeudarse más, la Liga tampoco se lo permitía». El jugador de 24 años explicó que «nunca fue problema el contrato mío. Había bajado al 50% mi ficha, habíamos cerrado el contrato y después no se me pidió más nada», dijo, señalando que «no se me pidió bajarlo al 30%», como se dijo en prensa.
«Hice todo lo posible por quedarme y no se pudo», insistió, tras lo cual añadió: «Yo también tengo que pensar en mi futuro y en mi carrera».
Sobre su futuro afirmó que París Saint-Germain «es una posibilidad» aunque «a esta hora no tengo arreglado nada con nadie. Tuve muchos llamados, varios clubes que se interesaron.
Todavía no tengo nada cerrado. Pero sí estamos hablando». Messi, quien aclaró que «hasta que pueda, voy a seguir compitiendo», admitió que le habría gustado despedirse de otra manera: «Me habría gustado hacerlo con gente en el campo con una última ovación y mucho cariño», apuntó.
El argentino sí recibió una ovación durante la rueda de prensa de los periodistas puestos en pie, tras lo cual dijo que prometió a sus tres hijos «que después de unos años volveré a Barcelona y así lo haré».
Messi, máximo artillero y jugador con más presencias del Barcelona, manifestó su deseo de poder «volver a formar parte de este club» y de «que le pueda aportar algo».
«Después de unos años volveremos a Barcelona y así lo haré», enfatizó Messi sobre una promesa a sus hijos para «volver a formar parte de este club, que le pueda aportar algo».
Messi recordó que llegó al Barcelona «siendo muy chiquito con 13 años y después de 21 años, me voy con mi mujer, con tres niños y no puedo estar más orgulloso de todo lo que hice y viví en esta ciudad».
A nivel futbolístico confesó que le queda «la espinita de haber conseguido otra Champions más, porque estuvimos muy cerquita.
Tuvimos una generación donde podríamos haber conseguido alguna otra Champions», torneo que ganó en cuatro ocasiones.
«Esto es fútbol. Por otro lado me tocó ganar otras cosas. No me arrepiento de nada», remarcó, tras lo cual indicó que «uno de mis objetivos es volver a ganar la Champions, terminar mi carrera con el máximo de títulos posibles».
«Me retiro de este club sin ver al público. Lo hubiese imaginado con el estadio lleno pudiendo estar cerca de la gente», concluyó Messi, acompañado por sus compañeros de equipo, Laporta y otros directivos del club que lo ovacionaron de pie. (ANSA).