Hace dos semanas recibíamos una gran noticia desde Francia y lo que consideramos “una victoria histórica para el clima”. La justicia de este país reconocía la responsabilidad del Estado y las deficiencias en materia de políticas climáticas.
La sentencia es muy clara: el juez confirma que Francia no cumple con sus obligaciones para hacer frente al cambio climático. Fue una inyección de motivación para seguir. ¡Y seguimos!.
Tal y como se hizo en Francia, en el litigio climático iniciado en España por Greenpeace, Ecologistas en Acción y Oxfam Intermón, también estamos trabajando en aportar pruebas que evidencien los impactos ambientales, económicos y sociales del cambio climático y la inacción y falta de ambición de los sucesivos gobiernos. Y las hay.
Esta semana aportamos un informe pericial firmado por personas expertas, que analiza cómo el cambio climático ahonda la brecha de género en España. Además, algunas de esas evidencias son admitidas por la administración española.
Sabemos que el cambio climático afecta a las personas de forma desigual y la principal conclusión de este informe es que las mujeres españolas reciben un mayor impacto en su salud y condiciones de vida.
Las mujeres embarazadas, junto con los niños o los enfermos crónicos, son las más vulnerables a la mala calidad del aire.
También tienen más riesgo de padecer algunas enfermedades relacionadas con la contaminación y son más vulnerables que los hombres ante el calor o el frío extremos.
El informe concluye también que las mujeres están más predispuestas a adoptar actitudes para combatir el cambio climático: reciclan más, están más dispuestas a reducir el consumo de carne o usan medios de transporte más compatibles con la acción climática que los hombres.
Sin embargo, sus voces no están bien representadas en los órganos y procesos de decisión relacionados con la acción climática. Por otro lado, los impactos socioeconómicos del cambio climático se pueden comparar con los efectos de una crisis económica.
Producen un aumento de la desigualdad, en particular por el aumento de la brecha salarial y de la precariedad del empleo femenino; provocan un incremento del precio de servicios y bienes básicos, así como de la desigualdad estructural en acceso a educación e información.
El informe muestra que “la pobreza energética afecta más a las mujeres que a los hombres en nuestro país”, y lo relaciona con el menor poder adquisitivo de las mujeres.
Estos son sólo algunos de los datos que se exponen sobre cómo aumenta la brecha de género con el cambio climático, ya sea directa o indirectamente, vulnerando así la justicia climática.
Al igual que en otros países, vemos que aquí también la lucha contra el cambio climático es indispensable en la protección de los derechos de las mujeres y, en general, de los derechos humanos.
Escrito por Lourdes Benavides, responsable de Incidencia en Justicia Económica de Oxfam Intermón a partir del informe pericial elaborado por Margarita Ruiz, doctora ingeniera agrónoma del Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (CEIGRAM) y presentado en el litigio climático impulsado por Ecologistas en Acción, Greenpeace y Oxfam Intermón.
Fuente: Greenpeace