El bebé de la pareja que fue agasajada en «baby shower» en Necochea se encuentra asintomático, en óptimo estado de salud y era amamantado por la mamá, a quien los médicos sugirieron que lo hiciera usando barbijo. Ambos son los únicos ocupantes de una sala dentro del área de aislamiento para pacientes con Covid-19.
No es algo habitual, pero en esta ocasión las autoridades sanitarias de Necochea decidieron hisopar al recién nacido para confirmar si había sido contagiado y luego determinar si ocurrió durante el nacimiento o si hubo transmisión vertical.
La placenta se envió a un laboratorio de La Plata, donde será analizada.
El papá del bebé, se supo, también contrajo el virus. Pero un nuevo contagio se dio en la familia del bebé adonde la enfermedad ya había alcanzado también a uno de sus abuelos y a la tía, hermana de la mamá, que también está embarazada.
Ella será mamá en las próximas semanas, seguramente cuando haya atravesado la enfermedad. El último caso que se conoció, el número 30, es el de su esposo.
Foco en la placenta
Evidencia de distintos casos en el mundo en los que el coronavirus se encontró tanto en la placenta de la madre como en el bebé y el hallazgo de anticuerpos en el recién nacido a las pocas horas del parto indican que existiría transmisión vertical de la Covid-19, dijo la investigadora argentina Marta Cohen, patóloga pediátrica y perinatal del Hospital Infantil de Sheffield, al norte de Inglaterra.
La especialista afirmó que el bebé de Necochea podría ser un ejemplo de que la infección se contrae a través de la placenta, pero remarcó que ello sólo se determinará cuando ésta se estudie en el laboratorio mediante análisis histológicos y virológicos (PCR).
«Se contagian por la sangre materna que llega al bebé a través de la placenta y del cordón umbilical. Las vellosidades (en cuya superficie trofoblástica externa se ha localizado el virus) contienen sangre fetal, y es al nivel de esta cubierta de trofoblasto donde ocurre el intercambio feto-materno», explicó la médica a la agencia Telam.
Cohen es una de las investigadoras que trabaja para determinar la prevalencia de infección por el virus Sars Cov-2 en la placenta de mujeres que dan a luz en Sheffield.
