viernes, abril 26, 2024

Locales, Opinión, Política

El porqué de… ¡No así!

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Por Fernando Hansen

Este viernes 21 se dará tratamiento en una AUDIENCIA PÚBLICA en el Concejo Deliberante de Necochea el pedido de aumento en el valor del boleto plano de transporte público, el mismo que intenta justificar un incremento en el mismo de casi un 150%, en valor peso, llevar el mismo a casi $55.

Seguramente la discusión central para intentar justificar un SI para autorizar dicho incremento se basará en la inviabilidad de su mantenimiento, costos operativos y lo más probable, el salario de los trabajadores.

Pues bien, creemos que antes de dar una respuesta a tal efecto, debemos al menos poner sobre la mesa algunas aristas ineludibles; la más importante sin es sin dudas, quienes son en su gran mayoría los usuarios de dicho transporte, es decir… Servicio.

El transporte público de pasajeros se relaciona a través de la historia con el pueblo trabajador, con el «Obreraje», para quienes representa el único medio de transporte con el que cuentan para llegar a cumplir con sus obligaciones, y de esta forma, dependiendo si o si, de horarios, frecuencias y su propio tiempo para poder cumplir sus necesidades y actividades cotidianas.

Decir que es necesario un ordenamiento tarifario en cualquier actividad podrá ser o no discutible, más que nada si ponemos en juego el paso por el gobierno de una gestión nacional y provincial cercana al empresariado y de puro desprecio, ataque y persecución sobre las clases obreras.

Fueron estos últimos los que pagaron los costos liberales de las políticas dolarizadas que generaron múltiples beneficios económicos con determinados sectores, los mismos que bajo ningún punto fueron en sintonía con los trabajadores.

El Transporte Público de Pasajeros goza de una serie de beneficios que llegan desde las alas del gobierno, ya sea en subsidios, beneficios de impuestos y precio de combustible.

Ante esto, mencionemos que la implementación de la SUBE, sirvió para blanquear pasajes, horarios, frecuencias y sobre todo, logro cierta agilidad en los propios micros ya que mejoró la calidad y el trabajo de los choferes.

En el caso de Necochea se paga un boleto plano de mayor valor que en ciudades de recorridos más largo y con mayor frecuencia, donde no se dejan barrios y localidades excluidas.

Sin entrar en absurdas e ilógicas críticas hacia el sector, si proponemos que, de existir un aumento en el valor, el mismo debe ir de la mano de la perspectiva inflacionaria y debe garantizar el salario de los trabajadores con las mejoras del caso.

Por último, repetir que en solo poco más de 60 días de gestión se incrementaron las tasas urbanas, patentes, se crearon tasas nuevas, todos obstáculos para con el pueblo trabajador.

El excesivo incremento en el precio del boleto plano del transporte público no será otra cosa que seguir poniendo palos en la recuperación de los derechos adquiridos por las clases populares, las mismas que, en «cole», van todos los días a trabajar, y desde ahí promueven y motorizan las bases de las economías comunales, a través de empleos y salarios que representan el primer eslabón de la real distribución de la riqueza y que de ninguna manera el hecho de ir y venir al trabajo puedo representar un 20% del salario mínimo.